Es muy sencillo, yo en mi mismo estoy lleno de buenas intenciones a la vez que de malos pensamientos, pero ahora que lo pienso… peor sería que estuviera lleno de buenos pensamientos y de malas intenciones. Por eso a veces todo fluye y otras no. Saber entender eso es un gran avance en la comunicación entre los demás y uno mismo.
Y a su vez… el infierno está lleno de buenas intenciones.