OH SEÑOR
Bueno, llegó el momento, me ha costado asumirlo, y es que todavía conservo ese ímpetu que te da el perseguir sueños, y a la vez me doy cuenta de que todo resulta invisible para los ojos de los demás, que a mís 43 años he hecho unos cuantos logros y he cometido otros tantos errores, …