Bueno, llegó el momento, me ha costado asumirlo, y es que todavía conservo ese ímpetu que te da el perseguir sueños, y a la vez me doy cuenta de que todo resulta invisible para los ojos de los demás, que a mís 43 años he hecho unos cuantos logros y he cometido otros tantos errores, pero que siempre he intentado ser honesto, sobre todo con lo que me apasiona pero… llegó el momento, de pronto, hace unos meses, empecé a notar la vista borrosa y algo cansada, las letras de la pantalla se me difuminaban y en la calle no lograba ver algunos carteles de lejos, y cierto es que a mí desde muy joven algunos me llamaron Señor, pero siempre me lo tomé en un sentido digamos de tener una cierta clase, ya sabéis, eso de ser un Señor en tus actos y palabras, pero ahora no es eso, para nada, no me llaman Señor por mí calidad o cualidad humana, que va que va, lo hacen por otros motivos que me cuesta asimilar.
Efectivamente debía ir al Oftalmólogo, debía saber que me estaba sucediendo en mís ojos verdes miel, que estraña brujeria le estaba sucediendo a mi vista y, allí que me he ido, con toda la resignación del mundo.
Así que entro a la consulta y me hacen mirar con cada ojo unas letras a lo lejos, las primeras acierto, E F X D Z, pero las segundas ya empiezo a jugarmelo a suertes, será una D, o una R, o tal vez eso que parece una E sea una F, o quizá una C, total que hago la prueba y me dicen, “¡Muy bien!, ahora mira con este aparato”, y me dan un trozo de plastico con unos puntitos por los cuales debo mirar, y en ese momento es cuando ¡oh Dios mio!, en ese momento he visto la F más grande, más clara y más negra que he visto en mí vida, y a esa F le sucedían una P enorme y voluptuosa, y tras la P una C, y luego una X, y asi con cada letra y con cada ojo, las letras eran increiblemente nítidas y bellas con ese plastiquito con puntitos, y yo me preguntaba en mí interior… ¿Que clase de artefacto de Satanas es ese trozo de plastico?, ¿Quien ha inventado semejante artilujio?, a lo que sin yo preguntar nada me respode la doctora oculista, “Sin duda con unas gafas veras mucho mejor”, “este aparato simula a unas gafas”, ¡Unas Gafas!.
Y asi es como a mís 43 años he caído en que ya soy un verdadero Señor, y que encima ya no veo del todo bién por lo cual debo ir a una optica a que me graduen la vista y en consecuencia comprar… ¡¡UNAS GAFAS!!.
O Señor llevame pronto porque no quiero caer en la inmundicia del paso del tiempo y la edad avanzada, ¿que otras injusticias me traerá el paso del tiempo?, ¿cual será mí destino?, ¿me quitarán la sal?, ¿me quitarán los huevis fritos, las tortillas de patata?, ¿El choricillo?, ¿hasta cuando tendré que soportar el deterioro de mí cuerpo al cual ya desde hace tiempo le salió un bulto extraño por la zona del abdomen?, ¿porqué?, ¿porqué a mí?. ¿GAFAS?, ¿Y no son de Sol?, madre mia ¡Acabaramos!.
Ya soy un autentico y verdadero SEÑOR.