De seis en seis los besos que te doy mientras duermes, besos que solo son realidad para mí, pero me gusta porque se que los sientes, lo noto en tu respiración que cambia en ese momento.
Te miro ahí relajada y a su vez cansada y no me sale más que eso, darte seis besos que logren llegar a tu sueño y complacerlo. Duros han sido algunos días en los que no me encontraba bien y dartelos no podía, pero eso ya pasó, te miro en el reflejo de la luz de mi móvil y te veo tranquila, a pesar de mañana tener que volver a empezar en la rueda de los esclavos asalariados.
Una cosa hoy supe, si todo va bien, llegará el día en el que las mañanas sean horas de calma, y los atardeceres tiempo de conversación, y las noches… las noches nuestras entre las risas y el amor. No tengas duda de que no miento cuando siento el porvenir, ni dudes cuando abiertamente te doy esos seis besos que nadie sabe. Abrigandote la vida que poco a poco es compartida y duele menos.
Hoy se que por ser quién soy puedo tener el tiempo y regalartelo, como te relago los seis besos y todas las caricias nocturnas.
¿Sabes que?, eres la mujer más bella del universo para mis ojos, que sin tu luz poco cabría en este corazón ya magullado, que mi deseo es todo tuyo, y mis convicciones se sujetan entre tu y mi otra amada, ya sabes, la música por la que tanto lucho y, a su vez, tan poco me pide, al igual que tu, ambas musas en mi pequeño olímpo sin Dioses.
Volveran a crecer las flores en privavera, y verás a la mariposa, y yo seguire mirandote a cada segundo, mientras todo avanza, y por la noche, una vez ya dormida, te daré tus seis besos, o siete, o cinco, o tres, eso da igual.
Ahora respiras profundo, y yo cuido de tus sueños como el más fiel de los guardianes, nada malo puede pasarte ahora, ni nada malo te sucederá.
Tan solo camina y mirame, yo te veo, y camino a tu lado, con los pies doloridos pero sigo el paso, que seis besos son pocos para calmar un alma… pero es un buen comienzo.