Engañarnos una vez más…

Tal vez solo rompiendo lo que nos une, seamos capaces de ser libres y volar. Pero nadie está dispuesto a pagar un precio tan alto.

Más allá de los lazos carnales y parentales, se esconde un cielo en el que cada ser tendrá más espacio que en su propia casa. Sin miedo a las nubes que nos mojan por dentro, el encuentro de cadenas rotas podría ser el destino. Dibujado los recuerdos en el viento mientras permanecemos atados a la esperanza de un tal vez. Sin darnos cuenta que alguien debe romper el nudo que hará que todo se desestabilice, para lograr mover las alas y la conciencia. Y uno darse cuenta que estaba atado al dinero, y no a la vida. Vida resumida en alientos de esperanza desesperanzadora que recurre a la primavera para engañarnos una vez más.

 

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