Elegancia Adquirida

Pelmas enfermizos radiofónicos que susurran su falta con tal de mirar las penas sin gloria de vidas ajenas.

Voy a levantarme y mirarte al oído mientras te sorbo.

Cuanto daño ha hecho la envidia de tus reflejos amarillos.

Muérete de por vida.

Payasa consentida de mirar lo autentico.

Odiame a solas y no en comuna expuesto.

La suave y terca constancia de la elegancia adquirida sin ti.

Vete paz Madrid y esperese ausente.

Pavorosamente crecido en el olvido de cuatro putas y un rey león.

Mascaras de caras caras.

Absolución  o devolución a tus mierdas de lejos.

Te voy a coger, si no hoy…ayer.

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