Reflexión basada en sentimientos y pensamientos confusos:
08/03/2017
Tener un hijo es un acto de amor. Esto lo afirmaría el 98% de la población. Y normal que así sea porque lo es. Pero… digamos que cuando llega un hijo, se detienen tus prioridades, o mejor dicho, se transforman, y lo que antes era un «tener tiempo para comerte la olla», por así decirlo, ya sea en tus aspiraciones, tus ilusiones, tus vacios, tus miedos, tus sueños, tu desesperación por no verle sentido a la vida, tus preguntas sin respuesta, el soportarte… tu tu tu tu, con la llegada del niño dejan de ser tus cosas las importantes, (Cosas que por cierto son importantes humanamente hablando) para ser las aspiraciones del niño, los vacios del niño, los miedos del niño y los tuyos pero por el niño, no por tus propios miedos, los sueños del niño o los tuyos focalizados en el niño, las desesperación de que el niño no sufra y de paso no lo hagas tu y un largo etc…
Entonces pasamos, yo no, no tengo hijos, del yo yo yo al él él él.
Esto se mira como una acto de generosodad y amor, tanto por alguien que no seas tu, como por la vida. Y claro que es un acto de generosidad que dicho queda que yo no practico. Ahora bien, y esto no lo dice nadie.
También es un acto de egoísmo, ya que ese ser te ha quitado tus aspiraciones, digamos que ya no tienes que luchar por conseguir nada (no en todos los casos claro esta) y eso te libera de una carga importante. Siempre se dice que dejas tu vida por él, pero nunca se dice que te costaba tanto mantener tus ilusiones que….
Tambien te libera de tus miedos que pasan a reducirse al miedo por tu hijo. Quisiera recalcar que el miedo es muy amplio y de muchas variedades, por lo tanto, reducimos los miedos a uno solo. El vacio casi desaparece al estar centrados en esa nueva criatura que es parte de ti y que por eso haces ese acto de generosidad que deciamos antes. No en todos los casos. Ya dejas de luchar por tus sueños, pero no los has dejado en realidad, si no que los has sumplantado por los sueños tuyos para tu hijo y los suyos propios, que es bastante frecuente que choquen. En cuanto a la pregunta existencial del ¿que sentido tiene la vida?, se borra de un plumazo, porque el propio hijo es el que le da explicación a esa pregunta. Por lo tanto otra comida de olla que te has quitado. Se podría seguir así en un monton de cargas que conlleva llevar una vida haciendote plenamente responsable de ti.
Conclusión: y no en todos los casos ehh, pero si en una gran mayoria.
Tener un hijo es un acto de amor y criarlo es un acto de generosidad. Y a la vez, tenerlo es un acto egoísta que suple todas las incertidumbres que tenías, transformandolas en vivir por y para él, y a la vez sin duda pensando en ti. Digamos, dicho de una manera muy fría, que te llena el tiempo. Ese que tanto miedo te da llenarlo solo. A la vez esta ese pequeño punto «egocéntrico» de que se parece a ti.
Ahi queda eso. No se si es acertada o no la reflexion y siempre desde mi ignorancia en la paternidad, pero estoy casi seguro en un 85%
Por supuesto hablo tanto de la paternidad como de la maternidad, y de hijo o hija claroo.
P.D.