Mira, un valiente que habla claro de una situación puntual, eso me dió a mi en 2006, pero yo no oía voces que me decían nada de Dioses o perladas similares, yo cuando he escuchado voces he escuchado las voces de familiares, amigos y enemigos, todo gente que conozco, tal vez por eso ya no me relaciono tanto. Hubo una época que no quería memorizar más timbres de voces de personas, no por antisocialidad, sino para que no me resonaran en la cabeza después.
La mente es una grabadora muy potente que guarda todo tipo de información, y los sonidos es parte. Jamás he escuchado voces que me dijeran lo que tenía que hacer, ni tampoco lo que yo soy o debía ser, ni cosas por el estilo, simplemente se dedicaban a comentar cada palabra y cada acto, a comentar la jugada, pero siempe han sido personas a las que conozco. Os aseguro que puede llegar a ser muy desquiciante. Y es cierto que hay un antes y un después desde que te sucede por primera vez. En mi caso también me hablaron de un crack en la mente, y a su vez también el mundo no volvió a ser el mismo, es algo asi como atravesar una puerta de la cual ya no puedes volver, y, desde ese instante, ves cada trampa de la realidad, algunos tan solo son, o somos, persoas P.A.S (Personas Altamente Sensibles), una patología que no está muy estudiada, lo que es seguro que ni yo ni nadie de mi alrededor a corrido jamás peligro porque se me fuera la olla, tan solo aquel percance años después, en 2011, con aquellos dos muros, que en realidad fue por saber sobradamente que las respuestas no estaban allí, y ambas veces tras escuchar muchisimos cotilleos que me traía el viento de personas que tienen más que yo que esconder, y tras una discusión con un psicologo prepotente al cual le dije que quería irme y me respondió que no, que no había sido una entrada voluntaria, a lo que le respondí que para la tarde ya me habría marchado, y que por supuesto jamás le conté ni a él ni a nadie lo que me estaba sucediendo por segunda vez, ambas veces producidas no por drogas, bueno tal vez si, por la droga más potente, el amor, tras aquella discusión me rompí los pies, es una historia que todo el que me conoce sabe, pero la sabe con datos erroneos y exageraciones muy diversas.
En realidad lo sencillo hubiera sido ser gente sincera en lugar de cotilla y chascarrera, todo habría sido diferente, pero bueno, el ser humano es como es, y muchos de vosotros no sois menos, por lo tanto me quedo con la etiqueta, pero os aseguro que no sabéis realmente una mierda de esa historia, y muchos creeis lo que os place o lo que más morbo os da. Ustedes mismos crean los fantasmas, yo no he visto jamás uno, ni tengo los problemas que se han dicho que tengo, ni las ideas, ni los miedos, ni me creo más ni menos que nadie, tan solo tenía un par de secretos, quién no los tiene, pero en nigún caso me perturbaban, ni me molestaban, ni me ladraba ninguna moral, bueno si, la vuestra.