A falta de focos me dedico a iluminar mi alrededor bajo mis pasos. Quizá puedas pensar que se debe a un acto inconsciente que revela otras intenciones, la realidad es que tan solo intento hacernos la vida más confortable, a la vez que se ahorra en la factura de la luz.
En cuanto a otras facturas, las siento cada día de estupor y la nausea que me produce (en este caso sí) ser consciente de vuestra presencia que ningunea cada hecho y cada acto y tan solo recuerda mis palabras que a traves del micrófono maldito de la estupidez emite sin descanso. Y ya harto de tanto imbecil contenido decido continuar.
Así que aquí me tienes, aquí me tenéis, cual asesino en el Perfume, ya va siendo hora de que me comáis, si bien jamás asesiné, ni mucho menos cree belleza a base del sufrimiento ajeno, más allá de la autodefensa por algunos estados indefensos y algún que otro prepotente con complejo de inferioridad. Pero de nada sirve mi verdad cuando estamos ya saciados de mierda, así lo ven algunos, en cambio yo, lo veo como una necesidad de contar toda la verdad bajo la mirada de quienes más tienen que esconder, y lo peor es que lo saben de sobra.
Ahora si, el tiempo corrió y corre a mi favor.