A Salvo de los Hirientes

03/12/2017

Sin ser son las horas de los inquietos cansados.


Sin dar son los relojes de las semanas en soledad.


Abatido en los desnudos efectos de la franqueza.


A salvo de los hirientes.


Montado en un ciclo que se repite.


La salud de los mendigos.


La verdad de los silencios.


La mirada de quién no ve.


Tercamente siendo.


La sombra de los incendios secuestrados en un sofá viejo.


Prestamosa vida con los consuelos comunes que enternecen los domingos.


Un relato temprano de cierta edad.


Botellas de carton piedra.


La masa renunciando a los pilares.


Y mañana despierta de frente húmeda pasión voraz.


Aniquilame la suerte de sed rocosa en el tierno aliento.


Basurero de horas frías en la nube.


Cansancio hermoso de la mente,

triste por ningún fuego.


Columpios de hierro amarillo.


Falta medioambiental.


Rasca y sigue…


Se percibe…


A quien recibe la sombra de sales marinas en los huesos.


Tiembla al respecto…


Delante de un ruido beso y herido.


Transgresivo…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *