AFUERA
Y salí ahí, afuera,
al mundo,
y fui consciente de todos los problemas de la gente,
de todo lo que escondían,
de todas y cada una de sus mentiras,
de su hipocresía,
de cada máscara y cada careta,
y en ese momento,
por primera vez…
…sonreí miedo.
Ví pasar a la mentira pavoneandose envuelta en seda, oro y diamantes,
y a la verdad acurrucada en una esquina temblorosa.
Ahí supe que el camino estaría lleno de baches,
y que atrás quedaría la inocencia.
Por eso sonreí miedo…
…me di cuenta del horror de las sombras,
y también del valor al no llevar careta.
Me puse en pie y continué
caminando,
pero ya nada sería igual,
pues aquella sonrisa sería la que día tras día se espantara de miedo,
al ver lo que antes no veía,
al sentir el fracaso de lo autentico.
Y una máscara se pegó a mi cara,
como la piel se arruga con el tiempo,
entonces decidí continuar
caminando,
caminando apartado del mundo.
Por la vergüenza de mi rostro tapado,
invisible a la verdad.
