Deseando que me preguntes si todo ésto me sabe a tiempo o a derrota. Limitandome a un refugio, silenciosamente despierta en un dormir invernal que suena a trenza de los domingos. Glamour de lana verde campo amarillo. Pasará el tiempo y cesará la mala costumbre de recordarte como ya no eres. La tormenta me dijo que te cansaste de aquél vestido apretado, que lo cambiaste por ropa de monte, queso y vino a la luz de un fuego fallido de empatía servil. Que te casaste y que vives deseando nada mientras no cueste esfuerzo.
-La cena de hoy está exquisita, ¿Quien la hizo tu o yo?.
+ Ya casi ni me pegas y siento que ya no me amas como antes.
– ¿Antes que cuando?
+ Antes de ti. Antes de tu sonrisa y de tu endiosado mal humor de niño pijo. Antes de vernos cerca.
– Mejor será que vuelvas a casa.
+ Lo haré cuando no estés pasando frío.
– Calor no tengo.
No hacer nada al sol del aburrimiento.
Y el viento lo supo, supo Sur de modesto engaño. A caballo con diente regalo mi mente con sudor mi frente. Adelante solo soledad. Detras solo engaño. Tal vez quedarse quieto sea la peor de las decisiones.
Guerrero de amor sobrio.
Prometo serte infiel.