Siento las miradas traicioneras que de espaldas cuentan cuentos tristes para no dormir.
Veo lo que un dia me dijeron que las luces de recreo brillan más que el porvenir.
Voy, volando raso vuelo voy, perdiendome en los pasos, sé la piedra en los zapatos ver.
Y puedo sentir aquello que fui, aquello que soy, que nunca perdi.
Voz, de autenticas entrañas soy capaz de mi sobrevivir.
Y siento que soy aquello que fui, aquello que soy, latidos del fin.
Creo, que fue dificil ser el fuego que incendiaba lunas en febrero después de echarnos a reir.
Pierdo, la paciencia cuando espero de alguien a quien ya no veo la minima satisfacción.
Aquello que soy, aquello que fui, vergüenza de mí, por tanto sufrir.
Ví las nubes caer encima del sol que pudo el pudor calmarnos la sed de la estupidez.
Y el miedo de soltarnos hielo en los zapatos, tiembla la cordura rugen los intentos de…
salir con los pies… intactos de fe, en el equilibrio que siempre encontre, en las madrugadas de noches de furia y humor apagado, desesperado.
Y no habia nadie…
Nadie que tuviera en mí a la persoba certera y valiente de mil sentimientos en puros recuerdos de un amaner.
Rompiendo a llorar, sabiendo que nunca más…
Lo siento si supe verlo tarde aunque llueve en mi interior, por aquella flor…
Seré del montón….
Aquello que soy, aquello que fui, por sobrevivir, confuso y herido cobarde vampiro de niebla el olvido que te regalé.
Y sé la piedra en los zapatos ver,
igual que el canto de un ruiseñor portavoz, en el exilio de un corazón se puede morir.
Aprende a vivir.
Voy volando raso vuelo voy, perdiendome en lo pasos, ví el mundo del mañana hervir.
Pedazos de piel, sobrero de miel, cayendo sedientos ppr sobtevivir.
En mil pedazos en solrs de invierno por tí.
Gris…