Aquél viernes te fuiste y…yo contigo un poco.

Aquel viernes te fuiste…al fin y al Cabo…

No es  no culparse a uno mismo por la falta…

Roturas y rupturas…ése dolor interno es poderoso. Quisiera yo mitigarlo, pero hay vacíos en los que lo hermoso desaparece por un periodo de tiempo. Cuando las culpas, que aunque para nada sean justas, ni siquiera algunas reales, duelen como puñales, uno se rompe para después levantarse con más conciencia humana.  Y tal vez sea verdad que hay algo jodidamente divino aquí en la tierra, ya que parece que uno a uno (hay quien no se enfrenta a si mismo jamás) pasamos por ése transito doloroso hacía un renacer libre de ataduras morales y sociales.

Me maldigo a mi mismo por todas las veces que te falle. Por todas las veces que te aparte de mi, por la indecisión de una mente que no me deja trasladarme hacía una vida contigo, que además ya no quieres. Y maldigo a esa fuerza demoledora que ha hecho que hoy te marches con ese vacío interior. No eres la única culpable de tu situación, todos somos un poco culpables. Hoy te has ido hacía el mar bravo que tanto anhelas y… yo un poco contigo.

Pero seguro te digo que volverás a ser, con quien y donde tenga que ser, esa en la que reposa su risa bella y loca en los buenos momentos. Esa mujer fuerte y vital que le gusta cantar con un despertar. Y quiera el viento llevarme hacía ése momento en el que tú, serás reina de tu alma libre y poderosa. Te voy a echar de menos el tiempo que dure tu tiempo. Tal vez ni siquiera volvamos a ser ni a vernos. De cualquier forma, espero que no me lo tengas muy en cuenta, ya que hoy te has roto, y yo contigo un poco.

Aquel viernes te fuiste, sin querer, a ése lugar hacia el que hoy caminas. Ya pasaste por las minas de un amor para mí venenoso. Se que el dolor es poderoso…

Al fin y al Cabo…

«Mirarte, haces un día precioso»

 

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