Carta a un Joven

Año 2047

Sucedió poco a poco, como una mala hierba que crece en los rincones más casuales, poco a poco, y poco a poco se fue comiendo todo lo frágil y bello. La violencia fue en aumento sin que la mayoría se diera cuenta. Algunos ya descaradamente se enfrentaban a la fragilidad de personas con dos dedos de frente, esa fragilidad que había resistido durante años a los intentos de combate de los violentos. Y es que sin duda ellos eran más fuertes, no solo físicamente, la potencia de su odio los hacía más fuertes. Es dificl luchar contra cerebros convencidos de que su patria, que creén solo de ellos, está en peligro, de esa España grande y libre que, en realidad, si por ellos fuera, seguiría siendo de todo menos libre. Y así, de pequeño enfrentamiento en pequeño enfrentamiento el odio le fue ganando terreno al amor, ni siquiera diré a la razón, ya que la perspectiva hace que la razón varíe, aunque sepa de sobra que la verdad va de la mano del amor.

Aquellos que ciegos nos enfrentaban decideron dejar que nos golpearamos en las calles, el horror se hizo realidad entre coches y autobuses quemados, y personas ondeando banderas fascistas de tienpos pasados, como si no hubiesemos aprendido nada.

Pero no fue solo cosa de España, sino que toda Europa se llenó de símbolos que recordaban esos horrendos viejos tiempos. Si por lo menos se pararan a pensar por un momento y les diera para entender que no importa lo diferentes que seamos, ni importa nuestro color de piel, ni nuestro sexo, ni nuestras ideas ni nuestro credo, lo verdaderamemte importamte es el simple hecho de estar vivo, y saber que este asunto de la vida solo pasa una vez en tí, por lo menos en ese tú consciente de hoy. Pero para el odio sobran motivos, y cada diferencia hacía que las personas se embrutecieran más, en lugar de avanzar como especie íbamos en retrceso hacia el hombre de cromañon, y claro, un hombre de cromañon sin duda es mucho menos frágil que un hombre de Siglo XXI, hasta nuestros abuelos y abuelas eran más fuertes que la mayoría de mujeres y el hombres de hoy en día. Eso no les hace ni mejores ni peores. De todas formas, llego a la conclusión de que es algo que irremediablente iba suceder, pues los cínicos hipócritas de los políticos echaban bien de leña al fuego, solo se dedicaban a escupir basura miemtras se llenaban los bolsilos y nos enfrentaban y crecía la semilla del odio.

Lo triste es que la cosa viene de lejos, desde el principio de los tiempos el hombre estuvo en guerra y confrontación. En relidad no se como hemos llegado hasta hoy con tantos atropellos a los derechos humanos y a la libertad. Esclavizados al trabajo con el único fin de ganar más dinero para llegar a fin de mes. Porque no lo dudes, fue en esa franja de clase media low coast donde todo se resquebrajó. A los millonarios ni se les movía un pelo del bigote mientras todos los de abajo nos matabamos a hostias, con mierdas de gurús economistas, o de vida sana, o de la autoayuda, forrandose mientras la mayoría empezaba a pasar hambre tras la llegada de los violentos al poder. Hicieron todo lo que había que hacer para destruirnos. Tan solo prender la chispa del odio para que nosotros mismos aviváramos las llamas.

Sucedió poco a poco, y en realidad muy deprisa. Los Ultraderechistas fueron comiendo el coco a la gente joven mediante las rede sociales, desde ahí entraban a sus cerebros. Porque ya sabéis que plataformas como Tik Tok o Youtube te van mostrando más de lo que has estado viendo, y si un chaval confuso se quedaba viendo algún acto violento, o algún discurso fascista, de seguido la plataforma le enseñaba otro màs, y otro, y otro más, le enseñaba constantemente eso que en un principio simplemente le había llamado la atención, y que terminó por convertirse en un hábito y una manera de pensar y de ver las cosas, normalizaron la violencia.

Fue todo pensado para la gente joven, que bebía del germen del odio del discurso de la nación en peligro, y que aprendían tan rápido. Muchos se arrepentirían después, pues cayeron bajo las sombras de la mentira y sucumbieron ante el cuchillo de cualquier colgado lleno de maldad, o de simple aburrimiento.

Y aquí estamos, 26 de Marzo de 2047, día en el que Siglos atrás murió el gran Beethoven, aquél que escribió eso de que los hombres volverán a ser hermanos, nada más lejos de la realidad hoy día, rodeados por seres enfermizos con ideas racistas, xenófobas, clasistas y machistas.

Poco más que contar, yo ya me estoy extinguiendo en este año que predije mi muerte, e imagino que no quedará ya nadie al que le importe, pero aún respiro, y mientras respire podré escribir lo que sucede y lo que imaginamos que sucederá, más espero la cosa cambie, aunque no lo veam mis ojos.

Una cosa si, querido joven, recuerda quién estuvo a tu lado en tu niñez, en tu juventud y en tu madurez, y valora a una nación no por ser todos iguales y pensar que cualquier imigrante que huye del hambre es una amenaza y que merece menos que tú. Han habido grandes hombres y mujeres mucho más listos que tú, y que se esforzaron el triple, y murieron en la más absoluta miseria, metes brilantes que se fueron sin nadie a su lado y que pasaron hambre, tal vez mentes como la tuya, que cree ahora que se va a comer el mundo.

Mejor cuida bien de quién te cuida, y huye de la violencia y de los seres que oprimen libertades. Al fin y al cabo, ni tu abuelo, siendo muy de derechas como era, ni tu padre, jamás hicieron nada por ti. Si fuera por lo que se han esforzado en tí no habrías sobrevivido, en cambio ¿quién estuvo a tu lado?, tu madre, que se desvivió por ti, una persona humilde de buen corazón y alejada de la violencia, una persona ejemplar en el sentido de la bondad y otros sentidos. No en vano aquél que murió un día como hoy dijo:

«No conozco un grado superior al de la bondad»

O alfo así.

Es decir, no valen títulos ni conquistas, ni dinero en el mundo que merezca mayor respeto que la bondad. Jamás te sientas tonto por ser bueno, ni te sientas listo por ser agresivo. Sencillamente fluye hacia el sentido común, y si vuelas, o incluso si peleas, hazlo libre… y no te dejes guiar por las ideas de algunos amigos que han crecido bajo una influencia fascista, no es tu caso.

El día que seas libre entenderás que no hay nación que merezca rios de sangre, ni bandera que te represente. Ese día te limpiarás el culo con las banderas, y tu nación será el mundo, incluso quizá ya el universo.

Permanece atento, todo pasará muy rápido. De ti depende quién llegues a ser, ¿que versión de ti quieres ofrecer al mundo?, ya sabes que hay un dicho que dice que «serás la parte de ti a la que alimentes», y eso no es ninguna tontería, es bueno saberlo, aunque a su vez es obvio. Permanece atento, no te acobares pero tampoco te confies, nadie te regalará nada, y sobre todo… sobre todo… ¡sé libre!.

¡Mira!, mira aquí abajo, banderas hay muchas… madre solo una, en tu caso (como en el mío) casi dos…

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