ENTREVISTA EN RADIO EUSKADI EL 06/09/2017 con motivo de la salida de mi ya no tan nuevo pero si último álbum que acabo de subir acompañada de un vídeo a Youtube.
Tanto tiempo invertido en una pasión para terminar mendigando oyentes por las redes que para nada conectan a las personas.
Tanto tiempo promocionando tu corazón para apenas tener 30 oyentes mensuales en la plataforma más conocida como es Spotify y tener 122 subscriptores en Youtube.
Y es que algo de especial, por no decir raro, sucede con ésta música a la que estoy empezando a dedicarle menos tiempo.
La verdad es que no encaja en las playlist que los DJ’s virtuales crean, siendo éstas de contenidos basados en géneros musicales que encasillan y encorsetan la música en general.
Tiempo de solitaria y silenciosa búsqueda de personas a las que les pueda llegar un trocito de mi pasión que sinceramente creo merece la pena.
Lo mismo da cuantas veces y en cuantos grupos de facebook musicales la compartas, ya que la gente apenas tiene tiempo para escuchar música más allá del trayecto en coche que le lleva y le trae a su trabajo.
La música, a pesar de poder llegar a todo el planeta de golpe con algunos movimientos de ratón, está en un momento en el que a perdido todo su valor, y el merito, como bien decía el Nobel en economía Joseph Eugene Stiglitz, carece de valor, como explica en la foto que da fin ha éste texto.
Sin ser el dinero el último fin, aunque para no ser ingenuos, es necesario para la supervivencia, nos estamos quedando sin emociones con las que uno pueda sentirse libre o liberado de la esclavitud a la que nos somete el sistema.
Por otra parte, los programas de televisión y radio solo promocionan a quién ya no necesita promoción, y los artistas que más tienen son encina los que andan quejándose de que Internet no les sale rentable en cuanto a sus derechos de autor.
Caso claro es el de artistas tan dispares como Alejandro Sanz, el cual anda o anduvo metido en denuncias a la SGAE por parte de sus derechos de autor en Internet, sabiendo que falta no le hace tener más, o como las del propio Mike Oldfield, que viviendo plácidamente en las Bahamas va el tío y publica en uno de sus grupos de facebook un vídeo que denuncia el pirateo de música en los vídeos musicales de personas anónimas, y sobre los ya mencionados derechos de autor en internet. Un tio que aún estando podrido de dinero con ya su primer álbum, el cual le daría de comer a él a sus hijos durante toda su existencia, se permite el lujo de no lanzar su último álbum en plataformas digitales para así vender más discos en formato físico en las tiendas, estrategia que le salio divinamente puesto que fue el disco más vendido tanto en España como en otros lugares del mundo, demostrando que a veces la gente es gilipollas dándole más valor a la música cuando te la cobran que si esa misma música te la dieran gratuitamente en alguna de las plataformas digitales. En éste caso Oldfield resultó ser un buen hombre de negocios aparte de buen músico, ya que para su deleite personal aumentaría en una buena cifra su cuenta bancaria.
Se dio el día que en su grupo de facebook le comenté que como alguien tan podrido de dinero y habiendo tenido tanto éxito en su vida todavía andaba buscando la manera de recaudar más dinero mediante derechos de autor en Internet y mediante el no lanzamiento de su último disco en formato digital, a lo que no solo no me respondió sino que me bloqueo directamente, siendo ya habitual que artistas de su talla vayan eliminando a destajo a quienes no les chupan la polla diciéndoles lo buenos que son y dejando solo a quién comenta maravillas sobre ellos o comparte continuamente fotos de su rostro.
Con ésto quiero decir que siendo yo nadie, aunque pudiera serlo por ciertos méritos tanto en su día con TIRRITARRA, como después con mis álbumes en solitario, resulta casi imposible y a la vez frustrante el arduo trabajo de promoción o el intento de llegar a más personas, y más haciéndose realidad el dicho de que «nadie es profeta en su tierra», ya que ni mis más cercanos y allegados se toman la molestia de ponerse unos minutos a escuchar lo que para mi da sentido a toda mi trayectoria musical y personal.
En 5 años que llevo en el mundo laboral, ya que antes, hasta los 35 vivi humilde y modestamente de mi música a base de patear pueblos y ciudades sin llegar a un reconocimiento, he ganado más dinero, y eso que mi sueldo es bien bajo, que el recibido por 20 años de dedicación intelectual y apasionada a la música. De hecho, casi he logrado más atención con éste blog en el que introduzco mis pensamientos y reflexiones con palabras que con 7 álbumes y multitud de conciertos realizados. Se ve que una de dos, o ésta música no tiene cabida en la sociedad de hoy en día, o simplemente el dinero es lo que proporciona que uno sea mínimamente reconocido o por lo menos pueda llevarse un plato a la boca con ella.
Vuelvo al tema que se plantea en la foto de más abajo, y es que el merito carece de valor, ya que como bien dijo el Nobel en economía, el 90% de los niños que nacen pobres mueren pobres, aunque sean de los más aplicados y se hayan sacado tantos títulos como sea posible, que no es mi caso. Y el 90% de los niños que nacen ricos mueren ricos, por muy gañanes y negados que sean.
Dicho ésto, uno se va a dormir ya, puesto que a las 8 de la mañana toca levantarse para la «como casi todos» obligación diaria a cambio de una recompensa económica que es seguro no me sacará de pobre en la vida. Y sabiendo ésto, más valdría que uno hiciera lo que realmente le llene siempre que le permita mantener una vida digna.