Dejaré de ser

Aprecio más que nada en éste mundo tu compañía. Estando contigo es cuando puedo centrarme. Tu cariño me reestructura toda mí falta. Tu perdida admiración me hacia más capaz. Ser tu capricho me llenaba todos mis miedos. Y a la vez…tu abandono los trajo de vuelta. Ahora se que no es culpa tuya. Se que nunca podre amarte libremente de mi. Tu voz me relaja y tu bien estar me tranquiliza, pero aún así no soy lo suficientemente valiente para afrontar todas las envestidas. Solo te pido que regreses de vez en cuando aunque solo sea para ver que no nos hemos distanciado. Y querré sentir que estas en paz bajo el techo que te asiente la mirada. En cuanto a mí…solo me queda resistir a la llamada de un desencanto fatal. Morir se muere muchas veces, solo hace falta un buen motivo para no hacerlo. Te pierdo en el vacío de una enferma sensación que simplemente es la inestable risa de tu recuerdo que ha dejado de reír por mi. Prometo no insistir en la demencia y colaborar en la poca inocencia que me queda tras éste brusco cruce de caminos que nos separa. Te haré daño si me quieres demasiado. Y si no lo haces…dejaré de ser.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *