Del miedo al placer

En estos días vengo hablando de ciertos temas extraños y de conspiraciones debido a mi exposición a ciertos vídeos que ando consumiendo en un intento de comprender y sobre todo saber la verdad de algunas cosas, pero con ésto me he dado cuenta, y no solo pasa en la escritura si no que sucede también en el cine e incluso en la música, sucede que hay algo en el miedo que nos atrae.

A mi personalmente me van más otros rollos más del pensamiento o de la filosofía, pero sin duda uno hace click a ciertos títulos que tienen que ver con lo oscuro.

Ya comencé describiendo mi sensación real y temporal en aquella entrada que titulé «OSCURO», en la cual os hablaba de la inquietud que me había invadido y que era muy similar al miedo producido por el vacío producido o por mi propia mente o por sensaciones a las que estoy expuesto. Luego continué en la noche de Halloween, o día de los muertos, en el que os describí y confesé el mayor de mis temores en aquella entrada que titulé «EL ABISMO NOCTURNO», y luego he continuado con vídeos de personas que se quedan paralizadas en televisión supuestamente por estar bajo algún tipo de control mental llevado a cabo por los Illuminati, y a la vez descubriendo que lo que la NASA nos cuenta es muy probable que sea una sarta de mentiras.

Yo tengo mi opinión para cada rareza o conspiración posible, y simplemente me he estado dedicando a informarme y en consecuencia he ido dejando por aquí temas concretos en 3 o 4 entradas en las cuales he incluido algún vídeo.

Pero a lo que voy es que al ser humano parece haber ciertas «emociones» que le llaman más que otras, si bien es sabido que la poesía es para unos pocos, y que el cotilleo en cambio interesa muchísimo más.

Es más, en cuanto nos interesa algún artista, sea de la rama que sea, inmediatamente queremos saber algo sobre ellos, sobre sus vidas, y poco a poco te vas creando una adicción al chismorreo que ya me atrevería a decir que está implantada hasta en los propios genes del ser humano. A la vez me he dado cuenta de que hay otra emoción (aparte de la satisfacción que te pueda dar el conocer las miserias de unos y de otros) que nos llama y nos da cierta curiosidad, y no es otra que el miedo, de hecho el miedo se ha convertido en una emoción la cual ya no es que haga débil a quién lo padece o la manifiesta, sino que es algo tan intimo y profundo que en el momento en el que alguien te dice que siente miedo, inmediatamente a la mayoría nos entra un sentido de… no es ternura la palabra, pero si de notar como que esta persona que te lo ha confesado ha sido tan sincera contigo que eso le aporta un valor sentimental.

Ejemplo de que el miedo nos atrae es la situación que vives en alguna atracción de algún parque de atracciones, la cual te produce miedo, y éste miedo te produce adrenalina, y eso mismo es lo que te atrae.

Sucede lo mismo en una relación prohibida, asi como en el visionado de una pelicula de terror. Aquello que te produce un cierto miedo a la vez te atrae.

Recuerdo el día en el que ella me confesó que tenía miedo, a mi para nada me entró una sensación de complicidad, ni mucho menos de superioridad, a mi lo que me sucedió fue muy distinto.

El día que ella me dijo que tenía miedo me entró el miedo a mí.

Podéis pensar que eso es producido por una personalidad débil o traumatizada, pero que va, simplemente yo la veía como alguien muy fuerte, a pesar de su ingenuidad por la falta de experiencia, la veía como alguién capaz, todavía la veo así, pero cuando ella comenzó a sentir miedo me di cuenta de que había motivos para sentirlo, y para nada sentía ese miedo por que yo o alguna de mis acciones se lo transmitiera, no no, era un miedo interior provocado por la incertidumbre.

En realidad, el bien y el mal están en cada uno, y como dice el cuento aquél, depende de a cual de tus yo-es alimentes será en lo que te conviertas, y depende de donde y que busques será lo que encuentres. Quiero decir, si indagas en temas tenebrosos, se te acercaran personas tenebrosas, y si indagas en el ámbito de la paz, serán personas con buenas vibraciones las que encuentres. Esto lo digo porque a mi facebook han llegado aparte de músicos, también personas a las que les gustan los temas conspiranoicos y el misterio.

Lo que está claro es que hay gente para todo, y no quisiera yo atraer más allá de la honestidad y la sinceridad, y por supuesto a creadores y poetas de cualquier parte del mundo.

Por último voy a expresar un conocimiento que no tiene nada que ver aparentemente con todo ésto, pero tiene que ver con lo que nos atrae.

Por ejemplo, y no quiero resultar machista ni homófobo, me refiero a que siendo yo heterosexual voy a dar un ejemplo con el sexo opuesto, pero bien podría servir con personas del mismo sexo, no lo se, a mi de esa forma no me ha sucedido.

Creo que es más bien entre un hombre y una mujer, y también creo que producida por la cultura machista que ha imperado todo éste tiempo, pero ahí va una revelación o conocimiento adquirido con el tiempo con respecto a la mayoría de las mujeres. Y digo la mayoría, no todas.

Por supuesto para nada es algo que busque, ni es una técnica para atraer, pero de eso venía hablando, de la atracción.

Hay algo de un hombre que siempre le llama a una mujer, y no es lo guapo que sea, o la buena gente que sea, o el dinero que tenga, ni tampoco lo vulnerable que puedas resultarle. Me sucede que en mi caso tengo creo una mente abierta, y suelo tener conversaciones y comparto momentos con las mujeres de igual forma que lo haría con los hombres, me refiero a que no hago distinciones de sexo a la hora de entablar una conversación o compartir una cena, y en todo ese tiempo que comparto con ella, en un principio, lejos de ser asexual, no me mueve el instinto de terminar follando, quiero decir, la otra persona se da cuenta de que lo que me motiva para estar con ella no es única y exclusivamente el follarmela o terminar en la cama o donde sea, sino que se da cuenta que la estoy tratando de tú a tú, que el sexo en un principio no interfiere en nuestra comunicación, y eso mismo, el que como hombre no estés intentando ligarla, es precisamente lo que al tiempo acaba atrayéndole. Es decir, ella siente que yo no estoy ahí solo pensando en follar, es más, nota que me interesan otros temas antes que el simple intercambio de fluidos, y eso mismo es lo que más le atrae. Como ya he dicho no es algo que haga a modo de técnica ni nada por el estilo, simplemente soy así, que claro está que en algún momento, si la persona me atrae, pienso en el sexo, pero no es el motor que me mueve para que podamos compartir un espacio y un tiempo.

Pensaréis que no venía a cuento esta historia final, pero como ya he dicho estamos tratando paradojas de cosas que nos atraen, como en un principio hablé del miedo, y ahora he terminado hablando del sexo, que seguramente vendría Freud y me diría que tengo miedo al sexo jaja, pero no, no es eso, en todo caso sería algo que me atrae, ya sea por miedo o por placer. De hecho en lo prohibido existen esas dos emociones, el miedo y la atracción. Y luego está el miedo a una dependencia afectiva con una persona, que eso ya es otra cuestión.

Hasta aquí la tontería de hoy, creo que no me ha quedado muy redonda, pero es que no siempre uno está equilibrado.

 

2 comentarios

  1. Estar equilibrado está sobrevalorado, buena entrada

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *