Desmiento

Si hay que desmentir, desmiento haber renunciado a ser libre en ningún momento. Por eso sé que siendo libre, uno es capaz de consumir el tiempo a su manera, eso que tanto deseaba años atrás. Y si bien uno no sabe de cuanto tiempo dispone, si que puedes creer que todavía no te va a llegar la hora (en un acto de fe), y lo puedes creer porque no tienes ningún síntoma de mala salud, aunque sabemos que algo puede suceder en cualquier momento. Así que digamos que el pensar que no va a llegar tu hora en los… por lo menos… próximos 5 años, pudiera darte la sensación de tener el hoy y el mañana para tí y para con quién quieras compartirlo, pero, a su vez, no puedes dormirte pensando que eres eterno, e imagino que llegados a una edad más avanzada la muerte estará ya muy próxima, aunque sea solo por simple estadística. Es por eso que a su vez desmiento haber vivido sin atender mis pasiones y mis convicciones, aunque si que he cambiado de opinión en muchas cuestiones. También desmiento haberme mentido en ninguna de mis batallas, y he asumido algunos errores que con el tiempo logré perdonarme. De hecho hubo un tiempo en el que ni mi peor enemigo podría haberme hecho tanto daño como me lo hacía yo a mi mismo. De días y noches reprochandome cada palabra y cada acto que en realidad, tampoco hacían tanto mal a nadie, pero era yo mismo el que no me perdonaba ni me pasaba ni un solo error o equivocación. Y no me refiero a errores o equivocaciones grandes, sino… por ejemplo, al no usar en un momento dado las palabras correctas, o el dejar que cada rumor hiciera en mí un hoyo del que me costó mucho salir.

De todas formas, aún siendo hoy todo lo libre que puedo ser, no estoy a salvo de esas voces interiores que no son más que reflejos del exterior, mezcladas con altas dosis de estrés y con algunos esfuerzos a los que a veces me obligo para no olvidarme del sentido que siempre intento dar a la vida. Me refiero al hecho de crear, bien sea en forma de música, o de textos, o incluso de vídeo. Maneras que tengo de llenar todo ese tiempo que me ha sido otorgado a placer. También el «Dolce Fare Niente», el no hacer nada, me parece una bella manera de gastar el tiempo, pues no hemos de ser siempre productivos ni hemos de creernos lo del sudor de tu frente y todas esas patrañas.

Por eso también desmiento haberme creído nunca más que nadie, y mucho menos un Dios de nada ni de nadie, al contrario que muchos artistas déspotas que van por la vida de Divos y a su paso hay que ir banagloriandolos en su dudosa destreza.

Es como si el arte tuviera algo que ver con la competitividad del deporte. Nada más lejos. Si bien el deporte cuida cuerpo y mente, el arte cuida mente y alma, y corazón. Por eso también desmiento haberme equivocado en mi forma de amar. Si que hubo mejores o peores intentos, pero siempre con el corazón vivo y la mente despierta, despierta a todo lo que surge en cada chispazo de luz y en cada sombra.

Y ahora… ahora que ya me salen canas en la barba, ahora puedo decir que he vivido a pleno pulmón, siempre consciente, aún habiendo perdido la cabeza, siempre atento a todo lo que sucede en mi interior y mi exterior, y también empático con otras realidades lejanas a mí, si bien es verdad que éstas me han sido lógicamente más ajenas. Y es cierto que nunca se hace lo suficiente para que en el mundo no haya tanta desigualdad ni tanto horror, por eso todavía no estoy pleno por completo, seguiré aprendiendo en cada lucha y seguiré peleando las batallas que me surjan. También los inmensos momentos de paz que he llegado a sentir. Son tan horrendos algunos estados como maravillosos otros, y es que debe ser que soy un ser de extremos, y no me duelen prendas por ello.

Desmiento haber disfrutado del dolor ajeno y desmiento haber sido jamás envidioso, si bien todo esto que desmiento no es porque alguien en algún momemto haya dicho que sea cierto, más bien es una manera de dejar claro lo que no soy.

¿Lo que soy?, un cúmulo de sentimientos, emociones y pensamientos que a veces se contradicen, y que no siempre me han llevado a buen puerto, pero siempre intentando caminar con la verdad, y por qué no decirlo, siempre intentando que sea la bondad la que me alimente, y no el odio o la maldad, pero no negaré haber odiado con toda mi rabia y toda mi fueza, en esos monentos me invaden todos los malos momentos y todas las personas que me hirieron, pero a la hora de la verdad siempre tuve pensamientos y actos nobles con respecto al otro. Sin duda he sido bastante más duro conmigo mismo que con nadie que pudiera reprocharme algo.

Y ya que estamos, desmiento no haber amado, o haberme inventado el amor, desmiento haber estado por estar, y afirmo haber correspondido a mi corazón en todo momento, si bien a eso también se aprende con cada fracaso.

Desmiento haber logrado el éxito y desmiento haberlo merecido, ya que todavía hoy puedo dar mucho más de mi mismo, aunque si que han habido épocas de darlo absolutamente todo y merecer algo más. Aún así, mí mayor éxito está en este tiempo que tengo ahora ya cada día para, por ejemplo, escribir este texto. Eso es un placer que nadie me puede arrebatar. Bueno, hay alguien que si que puede… la muerte. Pero hasta entonces cabalgaré sabiendo que los perros ladrán cada vez más cerca trás de mí, pero que a su vez cada vez tienen menos opciones de morderme, pues la mente, cuerpo y alma se unen en algunos ciclos de la vida, y éste, el que vivo hoy en día, es un gran ciclo en el que me recupero y doy alas a mis instintos. Siempre cerca de ella, por supuesto, ella es la más bella, pues la bondad reside en su corazón, y como todo se pega menos la hermosura siento que me alimento de esa bondad que ella emana, no porque no hubiera bondad en mí, sino porque en ella se hace más evidente.

También desmiento haber dejado de lado la consciente manera que tengo de amarla, a veces de mejor manera y otras de peor, pero siempre desde el respeto y, por qué no decirlo, la admiración. Por eso si algún día mi rumbo cambia habré perdido algo tan valioso que dudo que volviera a encontrarlo, pues creo que esta es la última vida que me queda por vivir.

Así que si me estás leyendo te diré que… para mí… lo más importante es sin duda el amor, el amor a todo lo que hagas y a todo lo que logres, incluso al fracaso, y que jamás des nada por perdido, pues la noria no cesa y nunca sabes donde parará en la siguiente vuelta.

Si tengo que pedir un deseo, que sea algo que ayude, que construya, que úna, cualquier cosa que respete la diversidad y no culpe a inocentes de lo malo que sucede. Se me ocurre desear la música, ella si que sabe amar. Amar plenamente.

Nigana Hiria 2023

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