El arbol blanco…

Hay veces, algunas veces, cuando se percibe la falta de uno mismo, pasa que pasamos de repente a convertirnos en una especie de árbol blanco.
Y es en esos momentos, en esas veces que nos quedamos paralizados, cuando el frío más te azota. Nos parece que la nieve vino a visitarnos en una estación equivocada. Tiendes a fustigarte por culpas que no te pertenecen, y a creer que no vas a poder salir con ilusión hacia adelante después de que las ramas de ese árbol queden congeladas. Y te aterra el presente por la equivocada sensación de no estar completo si no se es amado. Y es cuando se te olvida que tú misma ya eres. Siempre estuvo el debate entre amar o ser amado, que se resuelve simplemente con amar.
Y es que en estos enjambres, se nos obliga a ser tan aparentemente fuertes que… dar un paso hacia un abrazo nos resulta impensable. Empiezas a mendigar aprovación y relagas los perdones y los perdona sin perdonarte a ti misma. Y en realidad te fustigas por inventos de murmullos entre el viento.
El recuerdo se convierte en el mayor de los engaños, que hace que te parezca cualquier tiempo pasado más real y más agradable que cuando miras a cualquier posible presente y futuro. Es ahí, en ese mismo mirar hacía el presente-futuro, el que te hace dejar de ser. Esa es la razón del eterno mirar hacia atras con anhelo.

Pero de repente un día te das cuenta de que tu solita has salido de un pozo en el que faltó agua y otras necesidades y sensibilidades.
Los colores te parecen más brillantes, los sonidos más agradecidos, y las palabras ya no te hieren ni te retuercen.
El pensamiento hacia una misma y el entorno cambian. Es como cogerle el truco a la vida sabiendo que lo que tu creas, será lo que suceda. Y no se te ocurra mendigar aprobación, ni siquiera dar una explicación de más a quien no busca. Te das cuenta, como dice aquel poeta en una de sus canciones que… se nos ve el plumero a las dos por igual.
Así que agarra tus plumas y vistelas de fuerza sin esfuerzo y de pasos sin camino.
Solo así llega el olvido de los pesares que no quieren olvidar que te fuiste de ellos para estar en paz.
Pisa fuerte la caducada moral de una sociedad que acostumbra a pedir ejemplo sin comulgar. Y te viene el refrán a la mente del ande yo caliente y ríase la gente, solo que ésta vez andas caliente de verdad y no por apariencia ni por joder.
Y desde ese momento, sin ataduras ni falsos intentos, aprendes que si tu amas, ten seguro que aunque solo sea por pura lógica, serás amada. Es decir, si cada uno ama, la vuelta hacia ti está asegurada. Me refiero al amor universal, y no al de una pareja. Las parejas se aman y dejan de amarse. Unas veces se es correspondido y otras no. Y otras eres tu quien no correspone. 
Y claro que hay cloacas llenas de venenos venenosos.
Te podrán tachar de falsa porque cambiaste, y de tonta porque aprendiste a base de algunos golpes, palabrería de quienes nunca se atrevieron a nada.

En realidad es que cambiaste al ritmo que marca la vida misma.   Y sin duda sabrás…ese día…que fuiste y fue para ser más tu que nunca y más nunca que el no existir, para ser un árbol blanco vestido de sol de invierno en un verano en el que las hojas del otoño empezaron a caer antes de tiempo. Estoy seguro de que siendo así, vendrán más primaveras de un presente…y el abrazo será con el viento a favor. Que no te humille el calor de un esfuerzo vital…

ARBUSTO CROWER

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