El mundo de los retrasos

Alimento de cerebros rotos por corazón abierto. Sustento de consumidores de soledad. La blanca yema de tus dedos cubiertos de sed. La variable constancia del tiempo que no para.Y el parabrisas que no deja de moverse mientras te refugias en mi. Basurero de recuerdos mojados. Dos tarados miércoles que ya no son. Gigantesco molino enfurecido que vino a verme tras la apatía.

La quieta y fina.

La amable ruina.

La desobedecida.

Quien quiere cigarros de morfina herida bajo los pies. El hijo del polvo que no fue. Ahora que ya no somos, recuerdo que fuimos. Y que no hay consumo en los vibrantes teléfonos en apuros. Tras el mundo de los retrasos enfermizos se encuentra un secreto. Ya no habrá cómplices ni tarados refugios de verano invernal. Y habrá pedazos mojados de sangre drogada en ti. La vacuna llega después de las sábanas limpias. Recuerdate recordarte las eternas y extrañas siestas de príncipe herido. Fragilidad consumida con su vida.

Sola.

Vacía.

Perdida.

Sin ti.

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