EL SENTIDO ANÓNIMO

En un silencio equilibrado a base de ciencia intento dar sentido a la luz que me molesta tras la noche.

Indefenso y convencido sé que las palabras rara vez acompañan la derrota.

Y respiro profundamente con el ansia de los que una y otra vez siguen ausentes.

Mi mente bajo el control de los avances y el remedio que nada emociona.

Agarrado al amor y el encuentro que de sobra se siente verdadero.

Aunque se dispersa en una soledad buscada que me trajo la frialdad.

Suponiendo fuegos que sin artificio me devuelvan el latido intenso.

Perdiendo los sueños que ya se cumplieron.

Hacerme el loco entre el ruido de la vida que acostubra a ir deprisa sin mí.

Será simplemente costumbre o es que nada necesito en el camino de la quietud.

Ni el dinero resulta valioso cuando te quedas en un puerto sin nombre.

Callarme la voz alzada que atrae a la incesante sensación de tener quién sea testigo de la nada que supone este momento.

Era innecesaria toda ambicióm si no obtengo resultados.

Ni la tierra sabe que giro entre las fronteras de lo real y lo imaginario.

A pesar de la libertad que me gano.

Serán de miel las tormentas de regreso.

Serán de arena las fugaces escaleras hacia lo imposible.

Y desnudo recordaré que tan solo vine para volver a irme corriendo.

Aunque tal vez sea sú corazón el qué me enseñe a quedarme.

De igual forma que en el derrumbe eterno que sedujo a quién no fue capaz.

Daré la voz al impulso que siempre me mantuvo en pie.

Y no volver a perderte por la sensación mentirosa de todos los mundos ocultos que ya debo dejar atrás.

O tal vez gritarlo todo algún día, que se yo, ni manías me quedan por estirpar.

La libertad, eso es lo que me sefuce, y a la vez me trae vacío que he de llenar.

Podré con ello, si es que no huyes.

El traje me está rozando, y apenas lo siento.

Puedo traeros hacía mí con tan solo hablar en voz alta.

No pienso ir a buscarte mientras pueda.

Te arrancaré de furía cuando vuelvas a soñarme.

Tan sólo esperar, resistir…

No tengo la intención de quejarme, ni la fuerza para derrumbarme.

Qué vacío de todo.

Y a la vez…

SOY

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *