En estos días en los que nos comunicamos y expresamos y también nos distraemos y entretenemos y aprendemos mediante las redes sociales, a veces, solo a veces, sucede que entre tanta mierda de pronto encuentras un pensamiento, o una imágen, una música o un vídeo en el que entiendes cosas que si bien no es el tema principal, si que se ha tratado levemente, y es de un vídeo de filosofía sobre Ludwing Wittgenstein que descubro varias cosas sobre la belleza. Wittgenstein dice en un principio que el lenguaje es el absoluto indicativo de que algo existe o no existe, de que es real y quér no lo es, y se basa en que si una frase define un hecho, ésta tiene sentido, y también tiene que ser una posibilidad real, por ejemplo, «Yo ahora mismo estoy escribiendo», es una frase cierta que define un hecho, pero en cambio si dijera «Yo estoy bañandone» es una frase que no es cierta, pero podría serlo. Para él es en esas ocasiones cuando algo es real o no, aunque hay que tener en cuenta a la mentira, ya que algo pudiera ser real pero ser falso.
A su vez, en su primera época dice que la belleza no es algo real, que es en sí un sin sentido, ya que lo que para uno es bello para otro no lo es, es subjetivo digamos, aunque hay veces en las que la inmensa mayoría reconocen ciertas formas, o sonidos o combinaciones como bellas. Para Wittgenstein la belleza es un sin sentido, al igual que la palabra Dios, para él los asuntos religiosos, estéticos, éticos y sin posibilidad de ser algo realmente real en el lenguaje que describe hechos son un sin sentido, cosa de la que no estoy de acuerdo, e incluso él mismo en su segunda etapa se da cuenta en Italia (tenía que ser en Italia) de que los humanos también utilizamos gestos con las manos y la cara, gestos que tienen significado y que forman parte del lenguaje no verbal, y son reales, por lo tanto dedica la segunda parte de su vida a refutar todo lo que había dicho en un principio en su libro Tratatus Logico-Philosophicus.
Pero en mi caso, y dado que soy músico creador e interprete, me quiero quedar por un momento en la parte en la que dice (equivocadamente, o semiequivocadamente) que la belleza es un sin sentido.
LA BELLEZA
Podemos decir que la belleza es real aunque varíe su forma o su concepto y su contexto dependiendo de quién la determine, pero a su vez me doy cuenta de que la belleza en sí es imperfecta con respecto al ser humano, y lo digo por los 5 sentidos de los que disponemos, incluso acepto un sexto.
Podemos decir que la belleza se puede ver, se puede escuchar, se puede tocar, incluso voy más allá en contra de Wittgenstein y puedo decir que se puede hasta sentir, pero hay 2 sentidos en los que la belleza no tiene ningún poder o virtud, si bien un plato de comida bien elavorado puede ser bello, nos estamos refieriendo al aspecto visual, pero en cuanto al sabor, el gusto, no creo que sea correcto describir un sabor como bello, puede ser dulce, o amargo, o agrio, ácido, refrescante, mil adjetivos, ¿pero bello?, bella puede ser la experiencia de comertelo, pero el sabor en sí no. Ni tampoco podemos apreciar la belleza mediante el olfato, podemos decir que algo huele bien, o que huele mal, que también hay un absoluto relativismo en ello, o podemos oler el olor de la pintura de cuadro bello, o de un perfume, pero el olor en sí no destila belleza, por lo tanto de los 6 sentidos (ya os he dicho que le doy valor al sexto, a la intuición), a la belleza le faltan 2, el gusto y el olfato,’por lo tanto podemos decir que con respecto a las percepciones posibles del ser humano la belleza es imperfecta.
Es entonces cuando algunos de mis oyentes comprenderán que, al igual que Wittgenstein hizo una primera obra en la cual definía los problemas del lenguaje y la filosofía como posibles, tan solo si se referían a un hecho, y luego terminó refutando sus propias palabras cambiando drásticamente el contenido, en mi caso haya pasado de crear una música en principio instrumental y bella, la cual describía mís emociones pero también mi sentido estético, a crear canciones con letras concretas en un estilo totalmente opuesto a ese primero, pues me dí cuenta casi sin darmelo de que esa forma y esa estética, que sí que coincidía con mis emociones y era bella a su vez, era imperfecta, pues le faltaba lo concreto, a lo que se puede llegar mediante la palabra, y de paso experimento con mi propio arte que se nutre de lo que existe y de lo que no existe, pero en ninguno de los casos, ni en la parte primera, ni en la parte segunda, puedo llegar a la belleza mediante el gusto o el olfato, ni tampoco es más bella en el sentido estético una etapa que la otra, pues responden a los mismos estímulos plasmados de diferente forma y con herramientas diferentes.
Por lo tanto puedo llegar a creer que la belleza en realidad no existe, como decía Wittgenstein, y por contra se perfectamente apreciar cuando algo es bello, solo que la belleza tiene muchas formas y combinaciines posibles.
Filosofía de la Belleza (Parte 2)
Continuará…