Delicada decisión que te transmuta en arquitecto de un refinado consuelo a traves de la piel que siente sin hablar.
Y los oportunistas encuentran remedio a sus neuras en la venta ambulante de egos que no se quiebran.
Ninguno de ellos se deja ver por la zona de emisión. Tal vez por la falta de libertad que les produce el miedo a lo diferente o no establecido.
Tanto cascabel en cuellos y mentes produce falta de empatía y apatía.
Creen que un pensamiento producido por el aburrimiento representa una carencia de los latidos sin resolver.
Habrá que provocar un encuentro visceral improvisado para comprobar si las alas funcionan y, a su vez, definir y moldear lo que se puede demostrar sin recaer en los aplausos de un protocolo.
Que viajen desnudos de orden y concierto los sentidos de lo aprendido sin que nada sea lo que realmente es.
Y así vencer a la podrida manía que tiene quien solo quiere tener.
A los ojos descuidados de miradas.
A los crecientes oidos que confundidos podrán reflexionar entre lo vivo y lo vital…
17/09/2017