HUMO Y SUEÑO

Se me escapan, tan fugaces como imposibles, tan efímeros, tan inseguros.

Tras 8 años sin pisar un escenario, más allá de aquel concierto en solitario entre amigos y dos bochornosas apariciones en bares, me encuentro ante la idea de un proyecto que en realidad no estoy seguro de que sea lo que realmente quiero y debo hacer. Me refiero al proyecto ZURU&13, que es más seguro que nunca se realice a que consiga juntar a todos los músicos.

Después de aquellos años los cuales visto algún vídeo parecen gloriosos pero que en realidad resultaron traumáticos por su intensidad y presión recibida, me encuentro en la situación de no retorno, es decir, o me lanzo al vacío en pocos años o el sueño de dedicarme exclusivamente a la música se escapa. Lo curioso es que ando entre el divo que desea lucirse en el escenario y el creador incomprendido que se recluye en su habitación y a base de crear se va forjando un pequeño nombre. Y lo cierto es que por un lado el realizar conciertos digamos potentes me llama, pero sin duda donde uno más a gusto está, lo que más me llena, es crear a base de aporrear guitarras, teclados y percusiones junto con toda la tecnología de la que dispongo

El sueño murió hace tiempo, la utopía de realizar grandes conciertos resultó ser un tormento no apto para cobardes. Y yo no es que me haya acobardado, pero reconozco que aunque tengo más experiencia, parte de la fuerza que un día tuve a desaparecido. Por otro lado estoy inmerso en el mundo laboral, lo cual solo me proporciona independencia económica, pero me quita ese libre albedrío y ese pasar de los días que hacen que te entren ganas de crear, y además hacerlo. La creatividad no funciona teniendo 2 días libres tras 8 o 9 de ocupación en labores que no me aportan más que dinero, la creatividad necesita del pasar de las horas y del puro presente y acto. No funciona en vacaciones ni en días pactados para tal fin. De esta forma la palabra sueño se ve reducida al simple dormitar diario para dejarte la energía en tu puesto de trabajo. Aún así me resisto, y se que quién más quién menos tuvo una idea de vida que al final resultó ser una muy diferente, lo cual no quiere decir que seamos la mayoría unos fracasados, pero si es seguro que la necesidad nos lleva a claudicar con ciertas normas y ciertas conductas las cuales hacen que la vida pase sin darte cuenta.

A mi no me importa envejecer, y todavía me afectan las injusticias y creo que otro mundo es posible, no soy de los que piensa que el mundo está podrido y que por mucho que hagamos nada puede cambiar, aunque lo esté.

Hay algo que tengo muy aprendido, y que es una ventaja ante el devenir de las horas, y es que siempre ando creando, ya sea musicalmente o incluso verbalmente, aprendí a jugar solo desde niño, y en el aburrimiento encuentro un placer y un hacer que se convierte en algo parecido al arte y al sentir. Todo con grandes dosis de imaginación.

Ahora que todavía conservo cierta luz, es cuando debo decidir si seguir engañándose con la idea de llegar a ser escuchado por mi voz, o renunciar y dejar de sufrir por la auto presión que me imponga para seguir realizando pequeños proyectos que en el fondo son la esencia pura de mi existir, de mi forma de alimentarme las tripas que todavía consumen emociones.

Y más tarde pienso que ya hay gente ahí afuera que me siente en su intimidad. Hace poco me escribió una polaca diciéndome que yo era su artista favorito. ¿Yo?, ¿alguien que a duras penas soporta el naufragio de los ausentes que entre paredes y espadas se siente preso de si mismo?

Si duda ya tiene merito llegar hasta donde he llegado, pero no tanto como para complacerse y creerme ser alguien en el mundo de la música. Por supuesto que algún merito tengo tras de mí, pero ni el futuro me complace si no tengo el acto puro y creativo.

A cualquiera le sucede que tras la jornada laboral tal vez solo le apetezca estar tirado fumando un simple cigarrillo, porque ya ni los bares transito. Convertido en esclavo entre la masa que nunca arriesga. Separado de mi propia libertad enjaulado por motivos propios. No seré yo quién culpe a nadie de mi infortunio, si además de golpe puedo sentirme afortunado.

Lo mejor será dejar de escribir estas lineas que seguro no son de gran interés y menos de gran valor para la humanidad. Tan solo sirven de un modo poético reflexivo para mi propio ego.

La honestidad lleva consigo el ser.

La mentira te hace miserable aunque para el mundo estés triunfando

A estas alturas ya se que es lo que no quiero, y es precisamente detenerme ante la esterilidad de los confusos. La sed de un cautivo en el desierto de los vientos.

Nunca fúnebre ni siervo. Nunca siento la espesa niebla que hay al rededor de lo que no se conoce.

Respirar y dormir al mundo que me mueve tras el telón de los verdes ojos. Apretando el silencio entre mi voz y mi mente que se sabe moribunda.

Para mañana sol y nubes con pequeños claros en la sien.

Sabor saber en soledad.

 

 

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