INOCENTE

03/12/2016

Sin saliva en la boca de un monton de despertares inocentes después de días preso de la mente.


Con recuerdos no tan importantes en el abismo interior que crece sin piedad.


Los sonidos se mezclan, las imagenes no existen, el murmullo de la vida despierta repleta de caos organizado.


Y aún así despertando siempre inocentemente para volverlo a intentar.

Eso es tener cierto valor y una pizca de fe, que demuestra y desmonta algunos estados liquidos.

Licencias y prohibiciones de un estres acumulado.

Para terminar sorprendido y sorprendiendo en un estereo fugaz de los olvidos.

Preguntas de segundos pensamientos a base de sentir.

Amorosamente vivo en la inquieta quietud de los arboles crecidos.

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