INTRANSFERIBLE

Como la llave del silencio que escondido descubrió de ojos blancos y aturdidos en la flor del sentimiento.

En desnudos recuerdos de un ayer un asesino que por cumplir lo prometido se hizo viejo en el papel.

Pobre cascabel que sufre en la inmesidad de los que por humildad pagan las sobras de cualquier vulgar prudente que ni sabe ni siente el fuego de aquella persona amada la cual rabiaba en lo profundo de un largo despertar.

Inquieto el deseo en la sombra de un aislado pensamiento crudo, sincero y mortal.

Personal e intransferible… ¿Acaso Miente?

¡Ahora!

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