De puertas afuera todo el mundo es Super Mega Happy Flower
Uno no deja de sorprenderse en un mundo que ha llegado a tales límites de frivolidad que se puede decir que la tristeza ha sido abolida del arte, del mundo del entretenimiento, y de la vida social… que va a ser de los poetas. Como si las personas no tuvieramos momentos de tristeza o momentos, digamos… delicados o debilitados. A tal punto que en la música los jovenes de hoy no tienen ni las ganas, ni tan siquiera la posibilidad de escuchar algo que les conmueva. Bueno la posibilidad si, pero tienen que rebuscar mucho. Todo son letras absurdas y bailongas que creo hacen palomitas el cerebro humano.
Está claro que en realidad siempre fue así, pero en pleno Siglo XXI es más latente, se ve que no hemos aprendido nada, si bien sí que hay artistas y grupos que ofrecen un abanico amplio del sentir humano, a éstos tienes que buscarlos mucho, ya que ni las radios ni las plataformas te van a poner a la vista ciertas canciones.
Sin duda casi todo está en la red, y dentro de ella coexiste todo lo que un ser humano puede sentir, explorar, aprender, inventar, o hacer, por lo menos si la información, e incluso imágenes de todo ello. Pero todo esto también pasa en la vida real.
Por mi parte no es que me parezca mal, pero si que creo que estamos en una sociedad la cual esconde siempre una parte importante de la vida, sentimientos como precisamente la tristeza, por ejemplo, están muy mal valorados, cuando sabemos que de la tristeza han nacido cantidad de obras maestras, y por supuesto todo el mundo la siente en un momento u otro. No, no es que esté triste ahora mismo, no es el caso, pero es que no solo es la tristeza, incluso la capacidad de conmovernos.
Nietzsche dijo «Dios ha muerto«, y tenía toda la razón, lo sabía al oservar la sociedad de su tiempo, la cual ha durado parecida hasta no hace mucho. Yo hoy digo… (sin la intención de compararme) «Nietzsche ha muerto«, se ve que el nuevo mundo no acepta a los solitarios, a los críticos y autocríticos, a las personas que cuestionan la supuesta verdad de cada hecho y de cada sentir, enfrascados en sus mascaras con filtros de todo tipo tras pantallas y gafas de sol que solo sirven o para aparentar, o para hacer el idiota.
Decadencia pura o progresismo inverso. Lo de peogresivo inverso es un concepto que me acabo de inventar. Quién sabe. En cualquier caso no podía ser de otro modo supongo.
Pues nada, quedamos a la espera de un futuro en convivencia con Robots e Inteligencia Artificial con los cuales pasar absolutamente de ese molesto vecino, y de ese modo vivir en capsulas del entretenimiento frivolo en el cual rara vez se escuche un sentimiento profundo, rara vez se escuche cierta música, ya que hoy día molesta más la música que conmueve que cualquier escandalo que te puedas imaginar.
Allá cada cual, por mi parte pa’lante, ahora una cosa si te digo, la música que está escuchando ahora mismo en la habitación de al lado el hijo de 16 años de mi pareja me está friendo el cerebro hasta un punto enfermizo, que veo que no hay forma humana de arreglarlo, y eso que tengo una apertura de miras en la música que ni te cuento. Aunque…. tal vez todo esté bien ¿no?, venga si, vamos a ser supermegapositivos y pensar que la humanidad va por buen camino, tal vez debe ser como Dios quiere ¿verdad?, en fin, que ni por los cojones.
Y con esta breve reflexión, no más inteligente que la de alguien al que la vida ha zarandeado de aquí para allá, os dejo un tema propio muy simple con una sola guitarra. El videoclip está basado en diferentes formas de Luz.
Os dejo también parte de lo que te dice Google sobre la Tristeza.
«La tristeza es una de las principales emociones del ser humano«