Ingrata de caricias que no envuelven ni un solo verso. Ingrata sin dolor de los traumaticos encuentros. El desván ya quedo vacío de ratas al ver que no había corrosión en nuestros combates. Ingrata la mentira que me hiciste creer por el simple hecho de creerte. Me hiciste pedazos la fe que tanto miraban con asombro. Y ahora, ahora que ya no queda nada, ahora ya ni te oigo…ni te asomas por la inexistencia de afecto. Volver no será tan fácil una vez recuerdes que las almas libres seguirán siendo débiles en su libertad. ¿Y si por casualidad me encuentras aquí? Dudo de si fuera o fuese del agrado interrogado. Calmense las pajas mentales de palabrería fina. Calmense las extensiones de neuronas vacías. Te llamo a ti…¿Quien eres?, con esa versátil forma de escribir que tienes. ¿A quien debes? ¿De que me conoces?…Atroces destellos de un soledad impune ante tu relato que ofrece algo más. Lee, y luego escribe….ese es el mecanismo que forma parte de éste nuevo juego. Sin ego…ni apenas tormento…no es casualidad…ni la vida….es un encuentro de amapolas de mimbre que no dejan pasar el sol que supone tu mirar. PARPADEO DE APLAUSOS QUE NO Dicen NAAA…La ingrata, la que ya solo aplaude a su amo, la que deja todo y a todos por un techo de mimbre que no deja entrar tu mirar…y que lejos estamos…
..¿verdad que si?