La realidad es tan efimera como encender un mechero y ver su llama, que ésta enciende el cigarrillo que es la matrix, y es en esa cuenta atrás donde reside el tiempo, pero tanto el que enciende el mechero como el que se fuma el cigarro tiene la posibilidad de apagarlo, y por lo tanto de parar el tiempo en la MATRIX, aunque yo cómo arquitecto tenga mas tiempo de vida que el cigarro y la llama en la verdadera realidad.
Vivimos envueltos en un tiempo que marca tan solo la ficción de la MATRIX, y en cambio el espiritu está en otra realidad que rara vez sobrepasamos.