Gira y gira sin parar la ruleta de este circo en el que nos metieron de por vida, y cacareo cuando se pone el sol. Gira y gira y no para de girar en el sin sentido de los hombres que nunca dejaron nada al azar, levantandonos cada día para cumplir la fatal travesía de quienes con su poder esclavizan a sus victimas.
Posesión controlada tras el descanso que tanto regenera, así es como la ruleta tiene las reglas establecidas. Yo llegaré tarde, como la fortuna de un inocente esqueleto que sacude sus huesos ya rotos de tanto huir. Huir de esa sensación bulliciosa que acostumbro cuando tengo sed. Los aplausos del sueño que lo convocan no sirven para mitigar el estruendo que se percibe en un día común. Y ahora que vengan con el consuelo del vivo que muere en silencio.
Desafortunada, aplastada, criticada la reputación cuando ya ni siquiera uno es nadie. Alabar a los farsantes de cuello estirado para cuando todo acabe podamos esnifarnos la piél.Cada vez que lo asumo me vuelvo más tonto, pués es de sabios saber cuando tienes el poder de transformarlo todo en esa nada creatuva, ese vacío que tanto cuesta llenar en la noche.
Por mí estupendo, lloraremos civilizaciones enteras tras la gran estafa comercial, y que callen las trompetas militares en su intento de mermar a la honestidad. Cabezudos helados de miel y crema que se esfuerzan en sobrevivir. Para hoy no fingir que te da lo mismo, para mañana el cambio que todo lo puede, y el ayer sonará lejano como cuando olvidas que has soñado.
Este circo, esta ruleta de la manzana podrida, este sin saber estar desnudo. Atad a los caballos, que vengo sediento de ganas y fuerza. A la sombra de un descuido el cipres se volvió loco. Deseame suerte para cuando los días sean puras repeticiones de una absurda y falsa luz porcina que vino a verme.
Derramandonos los intestinos, cacareo pués ya puedo.
Caída y desgaste, funebre latido sin hueso.
Preso…