Y es que no hay más que una

Ella se peinaba frente al espejo, y se miraba. Como queriendo reconocerse en un cuerpo que los años habían maltratado. Se dejo dejar en el tiempo y la propia inercia de la naturaleza humana hizo el resto. Siempre fue una luchadora y no se dejo humillar por nadie. La única mujer de su trabajo rodeada de hombres. La conocí bella y alegre, vestida de ratita presumida en algún carnaval. Con sus mini faldas y sus tacones de aguja.

El caso es que nunca fue una ama de casa, más bien una mujer valiente que supo ganarse la vida entre hombres.

Un día todo cambio, le echaron del curro y no hubo nadie que defendiera sus derechos. Recuerdo que me pidió que tocaramos en forma de protesta a su despido, pero yo era joven, y para nada un líder que moviera a la gente para un asunto social y personal.

Según pasaba el tiempo, su carácter fue cambiando, al igual que su cuerpo. Es más, diría que su caracter cambió según iba cambiando su cuerpo. Nada reprochable, aunque si desearía que se sintiese orgullosa de si misma. Le haya quedado el cuerpo como le haya quedado. Si siempre fue una ligona, eso que tanto desprecia ahora en mujeres más jóvenes. La verdad que la entiendo, aunque no comparta su manera de ver el mundo.

Lo cierto es que el tiempo pasa, y ella sigue encerrada en casa.

Mi deseo es que algún día se vea bella tal y como es, y que se deje querer en los espacios que espero llegue a frecuentar.

Es algo difícil, pero veo en su peinar que todavía le que leña por cortar. No quiero que ella lea ésto, ni siquiera pienso compartirlo creo. Tal vez lo haga con alguién que imagino no llegue a conocerla.

Cuidado, que ahí donde la veis, es lista a más no poder, y tiene el corazón grande. En sus ojos verdes se puede ver toda una vida.

Es ésta vida que nos va dejando huerfanos de ilusión. Aún así sabe cuidarse a si misma. Quien sino ella.

Más adelante estoy seguro de que escribiré más sobre ella. Y diré que me amó sin miramientos, aunque no llegára a mostrarlo del todo.

Hay una canción, la que os voy a dejar después de éste texto, la cual estoy seguro me hará llorar cuando ella no esté. Que espero que sea más tarde que pronto.

Aún así, diciendo lo que digo, la defenderé en todo lo que se proponga.

Mientras, seguiremos discutiendo a diario para recordarnos que ambos hemos de mejorar.

También os dejo un enlace a una canción de una de sus películas favoritas.

Y es que no hay más que una…

«El día entero paso intentando acordarme pero no puedo»

Y es que no hay más que una…

Enlace a «La canción más triste» de Robe

Enlace a la música de «La vida es bella»

Cuadro de LETICIA DE HOYOS

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