Si se le pasa el tren, dirá que fue por ir tranquilo disfrutando de los pasos perdidos saliéndose del camino.
Si se le pasa el tren, recordará las noches con la mirada perdida en lo que quede de horizonte. Si vuelve sin volver, será que algo quedó en el sonido del mundo que creyó convencido que algún día dejaría de mirar.
Olvidada dejó una púa para cuando le fallen las alas de la consciencia.
Así recordará que el tren no pasó mas de dos veces, ¡¡ y a la tercera va y se monta!!.
Ese día será hoy, y mañana será ayer…cuando los raíles estén oxidados preparados para oírle volver…y fugarse.
Si se le pasa el tren, vagabundos del suelo blanquecino esnifarán recuerdos en putos botes de cristal.. botes de cristaasl bootes de cristaaal…boootes de cristaaal…
Y así, seremos representados por valientes enfermos de soberbia.
*Si se le pasa el tren…habrá sido por algo, no pasa nada.
¡¡Sigue pa’lante!!*
Quien sabe si tal vez las claves de un éxito edulcorado representará a los perdidos.
Si se le pasa el tren, no sentirá las cadenas de tantos y tantos suicidios culturales.
Pasarán de largo las barrigas extraplanas fruto de algún tipo de sacrificio infecto.
Si se le pasa el tren, oirá claramente silbar a las caracolas dándole la bienvenida.
Y después de todo, despertar en la inmensidad de millones de recuerdos convertidos en polvo que no se aspira.
Si se le pasa el tren, no habrá pasado nada,
y las olas sabrán que hoy miró a la luna mientras ésta coqueta disimulaba.
Y le gustaba tener tiempo y moverse con las nubes y los nueves.
¡¡Todavía me gusta!!
Si se me pasa el tren…
Las alas de la consciencia – Tema 8 del álbum «Jaio/Nacer»