Desagradecido desierto y falta de empatía. Ni siquiera con quién es como tú. Te olvidaste el corazón en un resort de ostras y lagrimas de vino tinto. Aprendiste lo peor de quién conociste. Absorbes los defectos en lugar de las virtudes, ya que he llegado a creer que las virtudes te terminan molestando. Ya me lo avisaron y, siempre defendí al corazón. Ése que te han envenenado de promesas. Tus muebles se han quedado viejos en una realidad de los hechos que no es. Olvídate de recibir ni una sola muestra de cariño por mi parte, que aunque no te parezca elegante, lo es más que tu mísera forma recién aprendida de amar. Frotate las tardes de Domingo en rabía por no recibir lo que no mereces. La envidiosa de alas rotas. Falta de humildad que pagas. Se pagan así las humillaciones a otros seres. Agárrate el poco valor que no tienes para volver a empezar. Ladrillo a ladrillo se hacen las casas, y no de golpe ni por braguetazos ni arte de magia.
Recuerda siempre que no es lo mismo decir o escribir que te odio que odiarte. Al igual que no es lo mismo decir o escribir que te quiero que quererte. Te vas a hacer falta cuando regreses, que lo haras.
DESEPOLVATE LAS BRAGAS DE TU SOMBRA.