Madrugadas en el Santuario

Y la madrugada se vuelve ahora atrozmente silenciosa una vez se ha llenado el vaso y vaciado la fuente en éste oasis temporal de provocada paz por un no poder. Lejos del ruedo que llena los bolsillos de posibilidades alimenticias y asfixiantes objetos, e incluso compañías y vicios.

He de volver a la luz bajo las nubes que en ocasiones me llena de abundantes casualidades que hieren los sentidos. A falta de la culminación final de un parto que dará sentido a todo, sin generar apenas movimiento alguno. Ya queda poco para soltar la Esperanza. Para eso es para lo que espero en ésta falta de compañía que empieza a herir.

Y no miento si digo que lo que en un primer momento de enfermedad ansiosa e internamente ruidosa fue un retiro, a su vez ha sido un volver a mi hábitat natural creativo y pacifico de un silencio merecido.

Paradoja la de tener que elegir entre el ser herido por el silencio…o por el ruido. Habrá que buscar y compaginar momentos para todo. Yo que me obsesiono con el vacío a la vez que con una fiesta.

Madrugada que volvió a mi para darme tiempo. Tiempo que necesitaba para poder terminar un empiece. Como si de un Santuario se tratara, y que pronto, muy pronto debo abandonar.

La fuente está vacía, bastante he llenado el vaso. Está a rebosar sin haber tampoco encontrado casi nada que no estuviera ya. Eso si, he encontrado el sentido. La fuente me ha desvelado la coherencia global.
Así que si lo pienso bien…soy un afortunado. Lo soy…y lo comparto.

Jaio_Nacer – Tema 9 del Album «Jaio/Nacer»

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