Me llaman de formas erroneas por los errores de otros, y aciertan cuando no saben sentir

Que tendrá la libertad que le aleja tanto a uno de la sociedad, pues bien sabemos que la mentira puede construir nefastos imperios.

En dos días pueden sucederte un sin fin de acontecimientos que hacen que te desestabilices, pues el desagradecido me llamó desagradecido a mí, por otro lado ya ni se las veces que me han llamado loco. ¿Pero donde reside la verdad de cada etiqueta?, la verdad es siempre una, ¿o tal vez un punto de vista?, una cuestión de perspectiva, no, es una, y por dos veces en dos días la mentira y la falta de vergúenza han podido hacer mucho daño, de no ser porque llega un momento que ya nada te duele.

Siempre hubo quién sabiendo o sin saber juzgó los hechos cuando tenían más que esconder, sin ningún tipo de piedad y con la intención clara de alejarte de esa libertad que hace que hoy pueda dedicarle mi tiempo a las personas que amo y al arte. Tiempos quedaron atrás cuando lo mismo que hoy llaman locura llamaban genialidad, y tiempos fueron algunos tan horribles como para hoy darme cuenta de que en esta vida muchos se creen sus propias mentiras. Muy pocos buscan en su interior el porqué de ciertas actitudes, generando montañas de mierda de la cual nadie se hizo ni se hace cargo, pero no hay dolor más profundo que el ser testigo de la injusta manera que tienen los más de etiquetarte por algunos errores provocados por el estrés mental, y por la sospecha de que hay ciertos asuntos pendientes. A uno le entran las ganas de empezar a vengar cada dolor y cada injusticia contra quienes en el camino se fueron de rositas sin dar la cara, pero enseguida te das cuenta de que el precio a dicha venganza es perder esa libertad que tanto te has trabajado, que es mejor que sea la propia vida, si es que hay algo de justicia en ella, la que ponga las cosas en su lugar, aunque de sobra sé que siempre hubo quien se marchó sin pagar la factura.

Hay algo que en tu más profundo interior te habla y te dice al dictado lo que debes dejar correr por tu propio bien, y que no es tan grave que a uno lo etiqueten de loco, ni vean lo que en realidad tantas veces has demostrado, sencillamente serán tus nuevos retos los que conquisten la paz y la alegría, aún fracasando, pues todo tiende a desvirtuarse, y son muy pocos los que en el camino creerán en lo que puedas llegar a ser. Incluso intentarán arrebatartelo.

Normalmente la gente está atada al recuerdo de un pasado mejor, o a la sombra de momentos difíciles, pero en mi caso, y lo puedo decir hoy bien alto, tan solo recuerdo el presente, y me aprovecho en sueños del futuro que ya asoma por la ventana.

Dirán que no hiciste suificiente, dirán que te apartaste de la vida, que fuiste un transfuga, y en realidad es a la propia vida a la que escuchas decirte que tienes un tiempo precioso para seguir evolucionando, dejando de lado todo aquello y a todo aquel que logró herirte cuando estabas frágil. Se sabe que es muy posible que la ignorancia sea la felicidad, y grandes artistas y pensadores sufrieron más de la cuenta por el hecho de no renunciar a su pasión, a su fuente de vida, a su amor, a la verdad, careciendo del reconocimiento y siendo ignorados por la gran mayoría. ¡Que más da!, tal vez me haga anciano y con libertad saborear mi último aliento, dejar ir mi mente y a personas que no merecieron tanta atención, de hecho, en realidad, es lo más común en esta vida, la gente viene y va, unos se alejan y otros se acercan, tan solo hay que saber cuando es el momento de cada uno, y no pretender que a uno le tengan en cuenta ni para bien ni para mal. Cada cual se sirva su copa y brindar por todo lo que luchaste, por todo lo que lograste, o por no haber logrado nada. La nada, ese abismo en el que los sueños pintan colores y se dejan ver los sonidos, cuando nadie te ve ni te presta atención, cuando menos se lo espera uno, y en ese instante ya eres eterno una vez más. Que más se puede pedir. Después apagarte día a dia y encederte noche tras noche, cubrir de esperanza los labios que se besan sinceros, no hay mucho más tiempo, ni mucho más que decir. Habrá quien se atreva a medir tu corazón, y habrá quien te llame loco una vez más por tu manera de reaccionar ante algunos misterios de la vida, sin saber que eres testigo de todos los nudos que el tiempo hizo y deshizo, sin saber que les tuviste en cuenta, y que habitaban en tu interior todos los hilos enrredados, algunos por el dolor, y otros por la alegría, jamás por melancolía, ni mucho menos fue muerte ni herida la sensación de unidad que se perdió.

Ahora ya es el momento, marchar en armonía, mañana ya el polvo de estrellas que siempre ansiaste, desaparecer y morir para la mayoría, y permanecer para muy pocos.

Que diga el mundo sus mentiras y haga con ellas horrendos imperios, pues ya no seré testigo ni tendré que luchar contra ellas. Ni un solo combate di por perdido, ni una sola lágrima fue de cocodrilo, ni un solo puñal quedó a medias tintas, ni un solo error sin pagar, ni la venganza llenó mi corazón, pues siempre esperé la vida en el romper de las olas del mar. Y fue fugaz y vida y viva.

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