NADIE FUI Y TODO ES || SOLO EL VIENTO PUDO

Dura, la vida que se antoja en sombras que aparecen y desaparecen, que cuando menos lo esperas nuevamente se siente uno totalmente incomprendido. La verdad es que no hay mentira más grande que la que surje cuando crees que algo puede cambiar. No es que esté rendido, para eso hacen falta muchas más espinas en la mente, pero si es cierto que en algunas horas de la madrugada, en esas en las que todo el mundo duerme y uno se inquieta, nace un sentimiento de tristeza que no es más que la consecuencia de no lograr encontrar esa recompensa que seguro no mereces, y tan sólo tan sólo que a nadie parece hacer efecto los esfuerzos ni la insistencia en un arte que sinceramente creo tan hermosa y emocionante que pudiera ser el motivo de sú ineficacia a a hora de captar la atención.

Tal vez sí yo no fuera yo, ella sería otra. Me refiero al absurdo de pensar en qué sí fuera posible que esa música a la que estoy atado en lugar de haberla creado yo hubiera sido cualquier otro mejores vidas habría conocido.

Aún así lo sé, sé que estás a mí lado, y no sabes todo lo afortunado que me hace sentir lo que siento contigo, me das tanto que estoy absolutamente seguro de que ya no podría seguir sin tí, pero por otro lado está el peso de toda una vida insistiendo y creando para lograr más bien nada. Estoy seguro que los hay que no desearían nada mejor para alguien como yo, así como sé que hay quién se alegra de cada uno de mis pequeños logros, pero estoy muy cansado, me canso de mí y me canso de buscar, y a la vez quiero rendirme de una vez por todas, olvidar esa necesidad de encontrar en el arte alguna respuesta más allá de la que la propia creación pueda proporcionar, ni siquiera es el dinero, para nada me sirve si no estoy satisfecho conmigo, ¿que os pensais?, ¿que a la vez que pienso que mi obra es lo más grande a la vez no hay momentos en la que la detesto?, sin duda, como detesto miles de pensamientos y a la vez no me queda otra que ser compasivo conmigo mismo. Posiblemente todos llevemos una carga que nos aprieta, que casi todos hemos sentido que han sido muy pocos los que en algún momento entendieron.

Caminar, es la única manera de continuar con la esperanza de llegar, sí te paras es muy probable que mueras, o tal vez sea realmente cuando empiezas a vivir. Me asusta la idea de no tener esa inquietud y finalmente rendirme ante el arte, llevar una vida normalizada, y a la vez es esa presión que me inquieta la que no puedo perder, sino sí que moriria, de tristeza. Aún así, en esta absoluta y cruda soledad de la madrugada, tengo pensamientos para quién ha visto algo especial en mí, que curiosamente es posible que sea eso mismo lo que me hace especial, qué ella me mire de esa forma. No lo sé, tan sólo estoy agotado, y eso que no tengo tan mala vida, pero hay algo que no termina de llegar, siento en lo profundo que no hay nadie que comprenda mí sentir por una música que lo es casi todo y a la vez se evapora siendo nada. No hay Dios que entienda, nadie quien comprenda.

Ya, ya freno, ya paro, ya vuelvo al sueño que tanto me habla y así dejo de lado la preocupación de la propia absurda existencia creativa. Sé que tengo Salud y ahora además Amor, quién necesita dinero para… por supuesto, cualquiera, de hecho tengo cosas que pagar, que son herramientas para hacerme sentir que estoy bien y a la vez es el mismo engaño de siempre. Pero no es el motor, jamás lo fué.

Voy a ir a por tí, me refiero a la suerte, y no comprando boletos ni jugando a ruletas ni nada por el estilo, voy a ir hacia la plenitud del ser, hacia esa sensacón de estár completo y satisfecho a la vez que realizado y alegre, y para eso a día de hoy sólo la calma que ecuentro en tí puede proporcionarme todo lo demás, asi que voy a ir a por ello, aunque todavía tengan que pasar uno o dos años, no lo tengo claro, años en los que voy a intentar pagar mis pequeñas deudas y a la vez crear para mí y para otros.

Nadie dude de que esa rendición llegará, pero no será motivo ni derrota, simplemente me alejaré como un elefante, y por fín podré quedarme totalmente quieto en compañía de quién más lo merece, de ese modo sabré que ya no hay aplauso que pueda compensar ni una sola lágrima seca en mí interior. Y entonces lloraré para recuperarme y ser totalmente libre.

Apenas he parado y en realidad no he hecho nada. Apenas estoy loco de tanta cordura que me cuesta vida. Profundamente sumergido en la extrañeza y la incomprensión.

De pronto todo cobra sentido, sólo tengo que escucharte, sólo tengo que dejar que la marea me arrastre, pero… sé que… «sólo los peces muertos siguen la corriente del rio».

A Calamaro le llaman el Salmon, y a mí deberían llamarme algo cercano al Quijote, no sabría describirlo. Tan sólo y tan sólo en esta madrugada que recuerdo haber renacido varias veces y de pronto morir. Sabor saber en soledad, y quererte a mi lado, con las musas en los costados y el fuego de las fechas arrasando las palabras que ya no tienen sentido alguno. Perder, orgulloso de saber perder, y regresar al futuro, y olvidar el mañana. Trascender en mis propios limites de la consciencia y retirar las tropas entre los nudos de la garganta y la fe. Se perdió todo pero… te encontré a tiempo. Tiempo que debo explorar. Tiempo que voy a regalar a la busqueda de quién todo puede sentir. Lejos de la humanidad que jamás se preocupó por la gente que sabe lo que no quiere, a pesar de estar atado a ello. Quiero nada entre mis recuerdos, quiero verte mañana, quiero sentir la esencia, y a la vez no quiero tener nada.

Es el pulso que me mantiene despierto, el examen final, la última gota de sangre, el último suspiro, la última broma, caer empicado y no poner resistencia. Y quererte todos los días.

A pesar de esa hiriente indiferencia que ya casi no duele… Nadie fui y todo es… sólo el viento pudo conmigo…

…y es mi abrigo.

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