El día que supe que ya no estabas recordé que dejé de buscarte, por eso logré vencerte.
El dìa que supe que habías vuelto dejé de tomar pastillas, para poder escucharte y decirte que nunca fuí tuyo, que nunca te creí, y que jamás volverias a verme hundido.
Por eso me sabe mal que quisieras abrazarme hoy, pues no debiste insistir en la falsa idea de acobardarme.
Ahora la verdad te ha comido la existencia y soy yo el que disfruta de tus mentiras.
Deja ya de lucharte…
Sera mejor que frenes en tu juego, será mejor que me olvides y comprendas que sin tí se puede lograr.
Aniquilarte no fue sencillo, pero sí provechoso.
Te dejo viva, aprovechalo y…
no vuelvas,
no dejaré ni un solo hueco para tí.
No dejaré que me mires las entrañas.
No dejaré de olvidarte…
No lo haré.