Y dirán que nunca amaste lo suficiente. Y no habrá nada que hacer. Simplemente tomar un trago para no volver. Y me despierto tan cuerdo que puedo ver luces en la costura de un bolsillo descosido por el tiempo que pasa. Y las ranuras de la soledad aplaudiran tus gemidos en el orgasmo de vivir. Y así volver a sentir que tuviste miedo de salir, y saliste.