RAIZ DE FURIA Y SED

Recuerdo recordar que estuve loco… y desperté de la ausencia.

Recuerdo despertar enloquecido… y resurgir en la cordura.

Y ahora cuerdo y aliviado me encuentro la soledad que dejó a su paso… como cuando me abandonas por no saber seguir.

Ya no necesito la inquietud que suponía aquél fuego… aunque solo me demuestre que estaba equivocado.

Sé que fue la calma la que me trajo de regreso… y fue sufiente como para perder el miedo.

Tal vez ya nunca vuelvas por mí aún consciente mente… pero por si acaso, conservaré el silencio que hizo que mí paz regresara.

Después de todo… ya nos digimos bastante, ¿que hay que no sepamos el uno del otro?.

Raiz de furia y sed… en el consuelo de los amaneceres confusos y abruptos.

Y el pan mal pagado al que ya me acostumbré…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *