He soñado.
He soñado contigo y…
no te encontraba.
Al despertar tampoco te encontré…
entonces me di cuenta que ya nunca estabas cerca.
Quise llorar pero…
decidí meterme una solitaria raya para así comenzar a olvidarte.
No funciono.
Y ahora solo quiero regresar al sueño en el que aunque no estabas conmigo,
por lo menos te veía.
Distante y en manos de otro pero…
te veía.
Ahora voy a por la segunda.
Esta te borrara del todo y me traerá de nuevo la sensación de haberte ayudado a escapar de mí.
Aún así,
tampoco quisiera tenerte con tu mirada hacia otro lado.
Ahora que lo pienso…
ni te recuerdo.
Ya no eres aquella que conocí.
Son las palabras las que hablan de ti.
Tu ausencia murió en el sueño y…
el sueño murió en mi despertar.
Trabajar los sentidos es una ardua tarea que requiere de un saberte perdida.
Requiere de un matar la sensación viva de lo que no es.
Así uno puede despejar llanuras.
Así,
con éstas rayas de Mayo sin reina,
sin ti, sin nadie,
sin esa sensación tan violenta que me arranca las ganas cada día.
Ver te veo fría,
pero se que es solo conmigo.
Sin tí, sin nadie,
pero no vencido.