Por supuesto que tengo hojas caídas,
las cuales habitan en lo más profundo,
heridas que con el tiempo me hicieron mejor y más fuerte,
y en el otoño encuentro belleza serenamente,
más en mi habitación hace frio,
los pies como hielo tengo en esta mañana nueva.
Ahora dormir,
y tal vez con el sueño se caliente mi cuerpo helado,
pues no hay calefacción que poder pagar,
pero eso sí,
soy libre como un pajaro cantor que en sus días encuentra los momentos bellos y sonoros,
y sin duda el amor que me invade en cada rincón.
Por eso no importa el frío,
pues tengo caliente el corazón,
corazón que estuvo mucho tiempo también helado.
Algo habré hecho para mi actual situación.
Frío si,
pero contento,
y libre como viento que atraviesa cielos y mares.
Acostumbrado como estaba a la soledad y el vacío,
algo habré hecho bien en vida,
¿Y la muerte?,
la pillaré sorprendida de tenerme,
y así descansar de tanto, como polvo sin llanto,
sin desencanto…
Y después levantarse una vez más,
hasta los días agotar.
sientiendome vivo,
sincero y tal vez prohibido,
pero pleno… en sueño eterno…