Sabesosiego

Sí me acusaran de no haber amado jamás comprenderían los estados de mí ser que se transforma en cada intento.

Y a pesar de que no me mantengo equilibrado sé que por fin encontré a quién incluso con todas mís rarezas y manías es capaz de seguir adelante.

No sé sí realmente merezco sú inagotable corazón que no se cansa de abrirse, pero si sé valorarlo.

Los días se me hacen duros, ya sea por el simple bullicio o por alguna dolencia inoportuna.

Por eso encuentro en el sueño mí mejor aliado.

Aún así no me hacen falta más pruebas para saber (saber, saber, que manía con saber) que es especial, y no recuerdo ninguna otra ocasión en la que supiera seguro que he dado con la persona capaz de soportar hasta mis días de mal humor.

Intento desde dentro sacarlo lo más afuera posible, ya que todo el mundo necesita, y además tú lo mereces.

Tras el día llega la noche y redescubro lo que realmente soy, lleno de intenciones las cuales poco a poco voy cumpliendo.

Esto algún día será un libro, un libro en el que alguien pueda econtrar un cierto descanso y a la vez le encienda el pensamiento.

Yo tan sólo escribo por la necesidad, por el simple hecho de vaciarme, aunque nadie llegue leerlo.

Tropiezo amenudo y… me disgusto, pero los dias en los que soy feliz se me notan desde lejos.

Te encontré, pese a no saber sí soy ese al qué buscabas.

Habrá que arriesgar la cordura y la placentera soledad a cambio de volverme loco por tí.

No te vengas a preocupar, suelo ser algo dramatico cuando escribo.

Tan sólo es el impulso, el vacío que me genera el no poder estár en todo momento.

Hace tiempo que no miro a la luna, ni respiro el aire en los días que pasan rapidos entre el ansia y la fuerza que supone sentirse amado.

Pero sé que te he llegado, me preocupa no conservarte, no saber expresarte lo que en silencio hago de sobra.

Transito las sombras para llegar a la claridad de tus ojos que amorosos y veraces me miran sin pedir nada.

Soy un poco extraño, y me cuestan las horas en las que no estoy creando, aunque siento cada segundo que me regalas,

Afuera, sólo debo soltarlo, tal vez gritarlo, jamás olvidarlo.

Y serán verdes las pasiones cuando apenas tengamos la virtud y encontremos en la simple compañía la fuerza para continuar.

Parezco hacerme viejo cada dìa, aunque como un beso apasionado insista en sostenerme.

Personaje trágico que me impide fluir.

Aún así, tuya será mí esencia que tanto sabes comprender.

Refugiarme en la soledad de vez en cuando y volverte a ver.

Y suspirarte entre las sabanas.

Sabor saber…y sosiego,

De nuevo estoy ciego.

Probarte la vida y el duelo sin que por ello te pierda.

Acostumbrar las costumbres,

Romper todas las cadenas.

Y dejar de esforzarme tanto en la perfección.

Cuidarte.

Resbalar.

Extrañarte.

Aprender a volar.

Amar.

Y saberlo…

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