SEGUN VIENE

Me cago en la ventura venturera de los besos traicioneros en las mejillas de un sábado caliente en occidente.

Se sirvan coño los azulejos escondidos en los sorbos de una inadecuada oportunidad inoportuna que se asemeja al ímpetu de tu mirada tras las cortinas mañaneras que se disuelven en el entorno de un caprichoso recuerdo en desventaja.

Claramente clarividente es el externo ahínco de la muchedumbre perpetuada en los trazos del día después de antes. Casi como ayer.

Que palidez retorcida se esconde en un miembro viril de forma consecuente en la inadaptada sensación de un fogón de madera vieja bajo la luz de la bandera.

Que ocasión verdadera la insinuante regadera de los abrazos inquietos tras el espanto de morir.

¡¡Acabáramos!!

 

P.D.

SEGÚN VIENE

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