Es realmente agotador mantenerse creativo y mantener viva la pasión por la música, tantos y tantos sentimientos y emociones regaladas que, a menudo, parecen caer en un saco vacío carente de humanidad. Tantisimos años en el esfuerzo y la contra corriente no son par nada livianos ni asintomáticos, cada nota, cada emoción, cada instante, cada acorde y cada proyecto dejan en uno un poso agridulce que aprieta las entrañas, las fuerzas flaquean y todo pierde el sentido. De sobra sé que el compromiso es tal y tanta la energía que se vierte que uno queda a veces inmerso en una quietud inquieta sin saber que y cómo hacer o deshacer. Aún así hay que seguir adelante, incluso cuando ya has pasado las diferentes fases de un creador y músico ante la cruda indiferencia del mundo e incluso de los aplausos vacíos de alguna multitud casual.
No hay nada que pueda uno hacer ante las circunstancias extremas ni ante el pavor del silencio cuando no se llena con el vibrar de una cuerda o el timbre de una sintesis, que de sobra saben los sueños que se apagaron que no es la falta de mérito o talento o constancia la que derrumba la perseverancia, pero no hay nada perdido, en serio, a tí, inventor de emociones, que sabes plasmar la vida, a tí que tan solo el instante creativo puede aliviarte, a tí, si me lees, tranquilo, calma el ansia y apaga de cuando en cuando ese faro que te ilumina para por un momento descubrir otros placeres, no vas a perder la inspiración nunca, tan solo dale un tiempo de descanso, no desesperes con las prisas y la urgencia del intento en ser comprendido, ¿no es la vida un cruce de caminos en el que aún sin semáforos todo fluye en un extraño equilibrio pacífico y a su vez voraz?, descansa, disfruta de todo aquél que quiera o no quiera esté a tú lado sabiendo quién eres, sin intentar organizar los espacios del alma ni abrumarse por los desafíos que una y otra vez vienen a buscarte, tan solo respira y se testigo de la forma en la que ella te guía a traves de un tiempo y un espacio que rara vez deja de alumbrarte, y no me refiero a divinas luces ni mantras relajantes ni peces en el mar, tan solo disfruta y vive, tan solo descubre que así, tan fugazmente y tan generosamente todo sigue adelante, y el resto solo será el sonido del viento que cada cierto tiempo se expresa hacia la certeza de alguien capaz de sentir y vibrar con todas las preguntas que no tuvieron ni tendrán respuesta, pero eso si, afrontando y haciendote cargo de lo pequeño y lo inmenso.
El concierto nunca termina, y las luces seguirán encedidas por siempre, así que ponte cómodo, solo tienes que amar y amarte y saber que todo está sucediendo a la vez que no hay nada como ese vacío de sueños que persiguen algunos para encontrar lo que jamás perdiste. Tranquilo, sigues en el camino, más allá de lo correcto o lo perfecto, más alto que los pensamientos crueles que a veces transitan algunas almas, todavía más allá, existe ese hueco diseñado especialmente para ti. No hay prisa, ni mucho menos presa, tan solo fluye y camina, desparramate, desinformate, descubrete, desfogate, desnudate y confía.
El resto es pura paja sedienta del rumor humano. Tan solo comprende que la cosecha vendrá cuando realmente la necesites, si es que no ha llegado ya. Sencillamente deja de mirar las señales que te confunden. Tranquilo, no te distorsiones, es ahí.