Sin todos en ti

Tengo ganas de alguién, aunque no se si vas a ser tú. Sé que tú serás, por supuesto, pero…

Nadie responde, será que han alcanzado el olvido.

Lucho contra la tristeza que me produce el no saber realmente a que juegas.

Antes de verte tendré que practicar en lo social, ya que son semanas ya.

¿Cuando es donde?

Ni siquiera tu lo sabes. Otra vez el desprecio en soledad.

Conseguiré una vez más que te rias. Eso daño por hecho.

A nadie le importa.

Querer de saber insano que se sufre en lo profundo de un antojo de abandono.

Impropias las camisas de sol salado en primavera.

No creo que pueda, así no. Y de otra forma…que forma fuera.

Operación de carton. Papiroflexia.

No te olvides de que aún tragicamente callado puedo excitar tu sabor saber en soledad.

Aquí no viene nadie, ni tampoco presumen de venir.

Herido hechizo sin vaso cubierto de vino.

Ya no podré ver ni oir. Ya soy capaz de resover la partida. Pensaras en un infeliz cuando me lees. No te confundas, son las noches sin música las que matan poco a poco la ambición de ser.

Te quiero ver de una vez, aunque he perdido la practica de la comunicación verbal. También de la comunión verbal. Y no quiero llamar a loco ingenioso.

Estoy hasta la punta de mira de éste retorcido truco de sombras.

Ahora estoy, pero no me ves.

No llevo luz en el culo cual luciernaga amorosa. Solo faltaba que lo pensaras luminosa. Nadie se acordo de marzo. Lo se desde diciembre. Lo se desde antes quiza…ni de mi invierno.

Blanco y oscuro carnaval de solistas.

Si me das una pista te concedo el deseo. Si me das un deseo te confirmo el camino.

Caminar entrampado de furias y vencidos. Y ningún vecino.

A Dios pongo por testigo que ya quisiera si fuera.

No hay, no se siente. Oriente medio en cascada decadente. Y que frevil la mirada a la sombra de un te quiero que pudiera ser cuando vuelo.

Ahora, ven, sorbeme la ingenuidad de un encuentro.

Ataud de la fe y la constancia.

Ya no.

Llano…

Piano piano…

Servir no puedo sin ser.

Agarrame.

Tu me das la ausencia. No quiero quererte para nunca. Nunca fuimos a querernos dos. Mucho menos uno.

El asfalto da rienda suelta húmeda.

Que aspaviento más humano aquí.

No se te ocurra. La rosa se engalana.

No seré tu amante y nunca más un bandido. Quien quizá.

Soleado y viento fresco en el horizonte…

De norte a norte.

Sin comentarios

  1. Me ha transmitido mucho aparte de encantarme. Una pasada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *