Sincronias en guerra

Perdidos en el tiempo que no tuvimos por la inoportuna colisión de los acontecimientos.

Sentimientos que pierden fuerza al saberse distantes.

El naufragio económico que imposibilitó las miradas.

Ya ni las madrugadas nos acercan tras la pantalla.

Revolución constante y amores perdidos que supusimos más importantes que una elegante pero incierta sensación.

Tal vez nos falló la negación insegura de la oportunidad en el tiempo real.

Emociones con distracciones en un día a día que nos hace terminar agotados por los asuntos propios.

Pasos que no dimos hacía los interrogantes de una intuición.

Sincronías que terminan por la lógica y estúpida creencia de sabernos imposibles.

El reloj ya no avanza.

Se nos calmó la curiosidad de lo empatico.

Algo de luz tras la victoria de saber que sin la gloria todavía puede uno caminar desnudo.

Sin culpables ni errores que nos confirmen la infinita herida de cada cual.

A ninguno nos factura la irracional naturaleza de los cuerpos.

Hacia otro puerto en el que olerse no sea tan caro.

Aquel faro.

Aquella lumbre.

Aquellos días.

Aquella costumbre.

Se nos perdió el tiempo del concederse.

Ojos que no ven miradas que se pierden.

Quien sabe.

Algún Septiembre donde el verano termina y la rutina comienza podamos abrir los cuadernos y leer lo que quedo en blanco.

Salitre en las llamadas de la soledad compartida.

Fuerza y voluntad para luchar contra quién te está quitando derechos.

Sincera solidaridad ante tan inmunda dictadura de los patriotas vestidos de ley.

Agua de mar en un jueves cualquiera.

Para que preocuparse,

sea quién sea…te seguiré en la luz guerrillera.

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