Revueltos en la Nada

Los momentos oportunos nunca llegan a la hora señalada, como cuando tienes sed. Y vienen a cruzarse contigo los asuntos turbios de la mente que sacuden con fuerza la ira y la paz de un día cualquiera. Sabor saber en soledad, dificil la decisión de los titeres mojados por tú mirada. Desmembrando muchecas de porcelana …