UN JARDIN EN LA AZOTEA
La sed mantuvo las ganas y las ganas la distancia. La voz detuvo el aliento, y en la mirada emboscadas. La vida se derrumbó, pero la siembra fue buena. Feliz en noches de brujas que sacuden abandonos. Sentir que la piél del lobo no escondía dentadura, ni que por la miel más pura se detuvo …