El Caín de los Abrazos
Y el viento me trajo tu nombre en éste despertar de los naufragios que nunca quise. La vida se volvió plana tras la conciencia de hierro, y jamás volviste a mirarme como al principo. Se llevaron la sed prohibida que tanto nos dio y tanto molestaba a plena luz. Peor fue quedarse sin nada en …